12/06/2007 - Buenos Aires - Menem, quien gobernó de 1989 a 1999 y el 2 de julio próximo cumplirá 77 años, difundió hoy un comunicado para rechazar encuestas "mentirosas" que tratan de "lavarles el cerebro a los argentinos" con vistas a las elecciones presidenciales de octubre próximo.
"A mí no me van a matar la difamación, la injuria, la calumnia de todos los días. Como decía un gran filósofo, lo que no me mata, me agranda", puntualizó.
Aunque se desconoce quién será el candidato oficialista para las elecciones generales del 28 de octubre próximo, las encuestas coinciden en que el presidente argentino, Néstor Kirchner, y su esposa, la senadora Cristina Fernández, son, por ese orden, los favoritos de la población.
Kirchner mantiene la incógnita sobre si buscará la reelección o será la primera dama quien aspire a sucederle en la jefatura del Estado en momentos en que Roberto Lavagna, su ex ministro de Economía, aparece como el principal rival del oficialismo en los próximos comicios.
La semana pasada, algunos medios de prensa difundieron rumores según los cuales Menem estudia presentarse en las elecciones de gobernador de su provincia natal, La Rioja, previstas para el 19 de agosto, sin que ello suponga abandonar su candidatura presidencial.
En su comunicado, el ex presidente no aclaró tales rumores y subrayó que "le sobra el cuero" para volver a gobernar al país.
Además, criticó la política gubernamental de derechos humanos y rechazó la reapertura de juicios por delitos de lesa humanidad cometidos por la última dictadura militar (1976-1983).
"La Argentina de hoy está sangrando por una herida que habíamos cerrado", apuntó en referencia a los indultos que dictó en 1991 en favor de ex jerarcas de la dictadura, represores y antiguos jefes de la guerrilla de izquierda que actuó en el país en los años 70.
"Habíamos conseguido la pacificación, habíamos puesto en funcionamiento, como corresponde, a las instituciones con un respeto total a las mismas y ahora vemos que eso no sucede", subrayó.
Los juicios por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura se reanudaron a partir de 2003, cuando el Parlamento anuló, a instancias de Kirchner, las leyes de Punto Final (1986) y Obediencia Debida (1987) que beneficiaron a un millar de represores.
Varios tribunales han declarado nulos los indultos concedidos por Menem a represores y los ex comandantes de la dictadura condenados en 1985, asunto que aún debe dirimir la Corte Suprema de Justicia. EFE