20/08/2007 - Lima (EFE).- "Este es el momento en que la sociedad civil (peruana) debe trabajar", manifestó el mandatario a los periodistas desde Pisco, la ciudad más afectada por la catástrofe.
García justificó su pedido con el argumento de que el Estado no puede llegar a todos los damnificados y lo hizo extensivo a los colegios profesionales, empresas, ONG, entidades comerciales, partidos políticos y sindicatos.
El llamamiento de García siguió a cinco jornadas de intensa solidaridad por parte de los limeños, quienes han protagonizado una multitudinaria movilización con el resultado de 1.500 toneladas de ayuda recolectadas en el Estadio Nacional.
Precisamente desde allí, el jefe de Estado descartó hoy la posibilidad de una epidemia sanitaria, al señalar que ya se han recogido los cuerpos de los centenares de fallecidos y se han fumigado las ciudades afectadas.
Asimismo, el mandatario desestimó la posibilidad de que se produzca un nuevo terremoto o un tsunami en la zona devastada, donde hoy un fuerte oleaje causó la alarma de los pobladores.
García reiteró, además, que no existen saqueos por parte de bandas delictivas en las localidades afectadas.
El presidente peruano también prometió que Pisco estará totalmente libre de escombros en unos quince días, al dar inicio a las labores de limpieza en esta ciudad.
Según las últimas cifras oficiales, el terremoto del pasado 15 de agosto, de 7,9 grados en la escala abierta de Richter, dejó 503 muertos, 1.042 heridos y al menos 34.409 familias damnificadas.
Desde esa fecha se han registrado más de 400 réplicas, la última de las cuales, de 5,7 grados de magnitud en la escala de Richter, provocó el domingo la muerte de un niño de 12 años en una localidad del departamento de Ica. EFE