16/08/2008 - Asimismo, ratificaron que la única salida a la crisis es el pacto del Gobierno con el grupo español Marsans para el traspaso al Estado nacional de la aerolínea de bandera y su subsidiaria de vuelos domésticos Austral, suscrito el 17 de julio pasado.
Durante una rueda de prensa, los sindicalistas coincidieron con el Gobierno en que "no hay que pagarle nada" a Marsans en vista del pasivo de 890 millones de dólares que afronta la compañía.
El líder de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, Ricardo Fresia, sostuvo que son "falaces" los argumentos de fuerzas políticas opositoras que se han unido en rechazo a la aprobación parlamentaria del traspaso de la compañía al Estado.
El proyecto presentado por la Unión Cívica Radical, segunda fuerza parlamentaria, la Coalición Cívica, de centro izquierda, y la conservadora Propuesta Republicana, entre otras fuerzas opositoras, "ofende a los trabajadores, porque es irresponsable y demuestra un profundo desconocimiento de la situación", puntualizó.
La oposición, que ha presentado una demanda penal contra Marsans y funcionarios argentinos por "vaciamiento" de Aerolíneas, sostiene que el Estado no tiene por qué hacerse cargo de las deudas de la empresa, por lo que propone dejarla quebrar y crear otra que absorba a los 9.000 empleados que quedarían cesantes.
"Si se aprobara este proyecto en 180 días estaríamos en la misma situación que ahora", aseguró a su vez el líder del sindicato de pilotos, Jorge Pérez Tamayo.
En caso de quiebra "saldría perdiendo el Estado, porque es el acreedor del 75 por ciento de la deuda de Aerolíneas", remarcó.
Pérez Tamayo expresó la oposición de los pilotos a que la aerolínea de bandera y Austral vuelvan a manos privadas una vez que el Estado las haya saneado, como prevé el proyecto que el Gobierno puso a consideración del Parlamento.
"Creemos que no hay que pagarle al Grupo Marsans absolutamente nada", matizó por su parte el líder del sindicato del personal jerárquico de la aerolínea, Rubén Fernández, al rechazar por "demagógica" la propuesta de las fuerzas políticas opositoras.
"Es demencial pensar que al generar una nueva compañía van a poder alquilar aviones y cumplir las rutas: habría un tiempo largo en que se quedaría sin poder operar dentro del país y las pérdidas serían muy superiores", subrayó.
Representantes de Marsans subrayaron que no se llevaron "un solo peso", rechazaron denuncias de "vaciamiento" y "fraude" y culparon del fracaso de su gestión al "hostigamiento" de los sindicatos y la política aeronáutica oficial, al comparecer el miércoles ante unos 70 diputados oficialistas y opositores que forman parte de las comisiones de Transportes y Presupuesto.
En general, los legisladores se declararon insatisfechos por las explicaciones de los directivos del grupo español, que tiene dos de los cinco representantes de la "comisión de transición" que gestiona a las aerolíneas hasta que se acuerde el traspaso al Estado.
El Gobierno argentino considera que no debe pagar nada mientras que Marsans quiere cobrar el precio que se determine en la auditoría y está pactado que en caso de discrepancias las partes se someterán al veredicto definitivo de una consultora con experiencia reconocida en fusiones o traspasos de aerolíneas. EFE
