22/03/2009 - Las protestas se reproducen en casi medio centenar de diversos puntos del país, aunque en la mayoría de los casos los manifestantes están a la vera de las carreteras y sólo en una decena de sitios los cortes son por momentos totales.
Así, los bloqueos son intermitentes en la ruta 14, carretera fundamental para el tránsito hacia Brasil y Uruguay, donde hay una considerable cantidad de hombres de campo protestando a las afueras de la ciudad de Gualeguaychú.
En tanto, en la norteña provincia de Chaco una jueza, a pedido del gobierno provincial, ordenó a los agricultores despejar una carretera para garantizar el libre tránsito.
En algunos piquetes se registraron momentos de tensión entre manifestantes y transportistas.
El paro lanzado este viernes por las patronales agrarias, el segundo en lo que va del año y el séptimo desde que se inició el conflicto hace un año, incluye un cese de comercialización de granos y ganado vacuno en pie durante siete días, cuyos efectos podrían sentirse en los mercados y puertos a partir del lunes.
El malestar en el campo se reavivó este jueves luego de que el oficialismo se negara a dar quórum en el Parlamento para debatir un proyecto presentado por la oposición para bajar los impuestos a las exportaciones de granos.
La irritación de los agricultores creció cuando ese mismo día la presidenta argentina, Cristina Fernández, anunció que girará a las provincias y municipios el 30 por ciento de lo que recaude por el impuesto a las exportaciones de soja, el principal cultivo del país.
El derecho a las ventas externas de soja es del 35 por ciento y el Ejecutivo se niega a bajarlo para no afectar las cuentas públicas.
Las organizaciones del campo consideran "confiscatorio" a ese tributo y a los que pesan sobre las exportaciones de girasol (32 por ciento), trigo (23 por ciento) y maíz (20 por ciento).
El Gobierno criticó la nueva huelga comercial y dijo que es una "burla" a los acuerdos alcanzados en las últimas semanas para conceder mejoras para la producción de ganado y trigo y para las economías regionales.
El conflicto con las patronales rurales estalló el 11 de marzo de 2008, cuando el Ejecutivo impuso un esquema de impuestos variables a las ventas de granos al exterior que fue rechazado por el Parlamento, tras lo cual las alícuotas volvieron a ser fijas.
Por esta situación, Argentina, uno de los mayores productores y exportadores mundiales de alimentos, sufrió el año pasado millonarias pérdidas por las huelgas agropecuarias y los bloqueos de rutas que llevaron a cabo los productores rurales. EFE