Publicado en Sin especificar
No cabe duda de que la afirmación de la relación entre la poesia y el tarot, especialmente cuando hablamos de una consulta del tarot y el amor, puede chocar dados los tiempso que corren. Tiempos de prosa, de reducción del lenguaje a lo pragmatico e incluso lo vulgar. Pero recuperar la sensibilidad poetica es el primer paso para entender las sutilezas de cualquier adivinación. Así que sigamos con otro ejemplo de poesía para entender qué es poesía: Pues los dioses perciben los hechos futuros; los hombres, los ya ocurridos; los sabios, los que se aproximan. Filóstrato, Vida de Apolonio de Tiana, VIII, 7 Los hombres conocen los hechos que ocurren al presente. Los futuros los conocen los dioses, plenos y únicos poseedores de todas las luces. De los hechos futuros los sabios captan aquellos que se aproximan. Sus oídos a veces en horas de honda meditación se conturban. El misterioso rumor les llega de los acontecimientos que se aproximan. Y atienden a él piadosos. Mientras en la calle afuera, nada escuchan los pueblos. A un día monótono otro monótono, invariable sigue: Pasarán las mismas cosas, volverán a pasar - los mismos instantes nos hallan y nos dejan. Un mes pasa y trae otro mes. Lo que viene uno fácilmente lo adivina: son aquellas mismas cosas fastidiosas de ayer. Y llega el mañana ya a no parecer mañana. Cavafis
07:37 AM - 13/9/2011 - {0} -
Publicado en Sin especificar
No cabe la menor duda que la pregunta más formulada al tarot es el amor, y es que cualquier tarot amor que se ofrece actualmente surge como respuesta a esa íntima conexión que existe entre preguntar por el futuro y el amor deseado. La cuestión es si al preguntar vamos más allá del "deshojar la margarita", del lanzar la moneda al aire, de un me quiere o no me quiere. Quizás lo que preguntamos es finalmente sobre la realidad de un destino, de un sentido. Buscamos el hecho poetico de dos almas que van más allá de lo convencional para unirse en un nexo que escapa de lo trivial, que nos une a algo mucho más profundo. Es a lo que alude el poeta: Palomar del arrullo fue la habitación. Provocabas palomas con el corazón. Palomar, palomar derribado, desierto, sin arrullo por nunca jamás. Dime desde allá abajo la palabra te quiero. ¿Hablas bajo la tierra? Hablo con el silencio. ¿Quieres bajo la tierra? Bajo la tierra quiero porque hacia donde corras quiere correr mi cuerpo. Ardo desde allí abajo y alumbro tus recuerdos. Déjame que me vaya, madre, a la guerra. Déjame, blanca hermana, novia morena. ¡Déjame! Y después de dejarme junto a las balas, mándame a la trinchera besos y cartas. ¡Mándame! Miguel Hernandez
07:27 AM - 5/9/2011 - {0} -
|