05/05/2008 - Hace algunas décadas la cinematografía de Hollywood imponía finales para el agrado de la mayor parte de los espectadores. Triunfaban los principales protagonistas, los consagrados. John Wayne era uno de ellos, un ganador eterno sobre los presuntos peligros del mal.
Los perdedores representaban casi por capricho al mal, y sólo algunas hazañas de estos, pocas en realidad, rompían la hegemonía de los Wayne. Las cosas han cambiado en el cine mundial y en el fútbol de estos pagos sudamericanos.
Entre aquellos tiempos y estos surgieron los antihéroes en el cine mientras que en el fútbol del sur del continente aparecieron pequeños equipos en distintos países que dieron la nota y eclipsaron a los más prestigiosos.
Como el colombiano Once Caldas, campeón de la Libertadores en 2004; el argentino Arsenal, campeón de la Copa Sudamericana de 2007, el Pachuca mexicano, que ganó el mismo torneo en 2006 y es el primer equipo de su país que obtiene un torneo en estas tierras; y el peruano Cienciano en 2003, en la misma competición.
Van tres ligas sin que ninguno de los dos equipos más populares de Argentina, Boca Juniors y River Plate, se proclame campeón. Estudiantes en el segundo semestre de 2006, San Lorenzo en junio de 2007 y Lanús en diciembre pasado, por primera vez en su historia, ganaron esos campeonatos y los dos primeros avisan que quieren repetir.
River, Estudiantes y San Lorenzo lideran la competición a falta de seis jornadas, Boca los sigue de cerca y un poco más atrás aparecen Vélez Sarsfield e Independiente, todos separados por cuatro puntos. Lo ideal para cualquier organización de torneos.
En el lote de aspirantes sólo falta uno de los 'grandes', Racing, que lucha por no bajar de categoría, junto con el alguna vez poderoso Rosario Central, que está en la misma situación.
Boca y River se enfrentaron el domingo y la victoria del primero produjo un abigarrado amontonamiento de candidatos en los primeros puestos y todo indica que alguno de ellos será el campeón. No cabe otra posibilidad, pero lo que no se puede asegurar es que esos dos equipos tengan ventajas sobre los otros.
En lo inmediato, habrá que esperar que ambos equipos disputen los partidos de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores y que se dilucide su suerte por los efectivos negativos de una probable eliminación o por el desgaste que provoca jugar partidos decisivos en dos competiciones a la vez.
Boca jugará en Brasil ante el Cruzeiro, equipo al que venció en el primer capítulo de la serie por 2-1. Los escépticos afirman que ese resultado y nada es lo mismo, por el doble valor que pueden tener los goles marcados a domicilio.
River recibirá el jueves a San Lorenzo, que en su estadio ganó también por 2-1 y, como en el otro caso, nada puede asegurarse.
En el lote de equipos de la parte alta de la clasificación del Clausura puede producirse algún movimiento el domingo, porque se enfrentarán en la ciudad de La Plata Estudiantes y Boca Juniors, mientras que San Lorenzo e Independiente chocarán en el estadio azulgrana.
River, que ganó por última vez una liga en el segundo semestre de 2004, recibirá al alicaído Gimnasia y Esgrima La Plata y Vélez Sarsfield al necesitado Rosario Central.
Seis jornadas, 18 puntos en juego y seis equipos candidatos. Un final de película. Falta saber si como las de antes o las de ahora. EFE