19/08/2008 - Maradona, sentado en el palco del Estadio de Los Trabajadores de la capital china al lado de Julio Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y vicepresidente de la FIFA, saltó de su butaca a los 52 minutos, cuando Agüero abrió el marcador.
Levantó los brazos, dio media vuelta y, de espaldas al campo, celebró con un grito y con los puños cerrados la concreción del gol. Después volvió a sentarse, bajó su cabeza y se puso a llorar.
Tras el segundo tanto, también marcado por el 'Kun', y cuando el árbitro pitó un penalti por una falta contra el jugador del Atlético de Madrid que Juan Román Riquelme transformó en gol, Maradona volvió a levantarse de su asiento para festejar con gestos efusivos.
Finalmente se puso de pie en el momento en el que Riquelme fue sustituido, a los 90 minutos, y aplaudió hasta que terminó el encuentro. EFE