24/08/2008 - El histórico dominio estadounidense, acentuado desde los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, se diluyó en Pekín, que alentó la consolidación de la advertida irrupción del deporte de China.
La pruebas que tradicionalmente han amparado el papel de Estados Unidos, como el atletismo, la gimnasia y o el boxeo, han dado la espalda a su actuación global.
Tyson Gay, campeón mundial de 100 y 200 metros, fue uno de los fracasos sonoros. Quedó fuera de la final olímpica de la primera distancia al clasificarse quinto en la segunda semifinal con un tiempo de 10.05.
El fracaso en el sector de velocidad se suma al de Bernard Lagat, que llegó a Pekín como campeón mundial de 1.500 y 5.000 y fue eliminado en las semifinales de la primera prueba.
Son algunos detalles del final del absolutismo estadounidense, que ha dado la bienvenida al asentamiento de la potencia china.
En fútbol, se esperaba con expectación la puesta en escena de Brasil, que recurrió a sus miembros más mediáticos para terminar con el dominio de Argentina, campeón en Atenas 2004.
Ronaldinho y compañía no fueron capaces de alterar la historia y su bronce resultó poca cosa ante las expectativas generadas.
En tenis, el suizo Roger Federer, que llegó a Pekín para agotar sus últimos días como número uno del mundo, quedó prematuramente fuera de la lucha por los metales. Cayó en cuartos de final y ni siquiera estuvo en el tramo final de la competición. Su oro en el torneo de dobles junto a su compatriota Stanislas Wawrinka resultó de valor escaso dadas las expectativas.
Para México, la actuación de Everardo Cristóbal, campeón mundial de canotaje en 2006, fue decepcionante. Quedó fuera de las finales y dejó a la representación latinoamericana huérfana en las pruebas de 1.000 metros.
Francia padeció el fracaso de la nadadora Laure Manaudou, una de las estrellas internacionales de la natación, que quedó fuera de la final de los 200 metros espalda de los Juegos.
Para China, la decepción no llegó en resultados, sino por el abandono antes de comenzar del atleta Li Xiang. El campeón olímpico y mundial de los 110 metros vallas no pudo ni siquiera correr la sexta serie de la primera eliminatoria y tuvo que abandonar.
Li Xiang, plusmarquista mundial hasta que el cubano Dayron Robles le arrebató el honor este año en Ostrava (República Checa), forzó hasta el último momento para tratar de recuperarse de una lesión en el tendón de aquiles derecho, de la que, como luego se comprobó, no estaba restablecido.
La afición china llevaba ya días esperando la comparecencia de una de las grandes referencias del deporte del país, quizá el icono por excelencia. EFE