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Obesidad infantil y adolescente: El semáforo de la Fundación DAAT

Obesidad infantil y adolescente: El semáforo de la Fundación DAAT
2012-02-22 07:20:00

La urbanización compleja en las grandes ciudades, la vida sedentaria extendida y la alimentación hipercalórica -con alto contenido de grasas saturadas-  producen actualmente una importante prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil / adolescente, conformando, este segmento de la población, el 20 % en países occidentales. La cifra, por demás elocuente, va incrementándose año a año  en el resto del mundo.

Esta significativa prevalencia tiene una alta correlación en niños con hipertensión arterial, dislipidemas y diabetes tipo 2.

La creciente obesidad infantil está plagada de malos hábitos alimentarios que en su mayoría corresponden y hacen responsables a los padres.

Los medios de comunicación nos brindan elementos para mejorar nuestro estilo de vida, pero no es suficiente, debido a la gran oferta y al hiperconsumismo de una sociedad patológica en  sus hábitos.

En este sentido, los padres integran este sistema de consumo y lo transportan al núcleo familiar donde brindan o calman a través del alimento ciertos aspectos de necesidad de los niños.

Es aquí donde aparece la responsabilidad del adulto por la falta de registro del consumo o hábito alimentario del niño y o adolescente.

El rol de los padres en la alimentación de sus hijos es prioritaria. No se deben generar niños obesos que en algún tiempo -si no cambian su actitud-  serán diabéticos y más tarde estos serán discapacitados jóvenes con complicaciones que los inhabilitará en su futuro trabajo diario.

Los mayores no deben delegar la responsabilidad de la educación alimentaria de sus hijos. Es una necesidad y un deber registrar lo que comen.

Los adultos deben registrar

Derivan esta responsabilidad directamente en el niño,  en el pediatra, en el nutricionista o en el ambiente escolar, pero son ellos mismos lo que deben frenar esta cultura de la hiperingesta continua y patológica. Los padres deben ser activos y hacer de la acción un hábito constante y saludable.

Que se puede proponer o sugerir.

Damos algunas pautas:

·         Conversemos sobre los alimentos con los niños. Cuáles deben estar siempre, cuáles en algunos momentos y cuáles nunca. Existe lo que nuestra Fundación llama “semáforo para los niños” donde se explica cada uno de estos items).

·         Participémoslos de las compras diarias.

·         Enseñémosles a leer las etiquetas de los envases.

·         Preparemos viandas escolares si el comedor de la institución no da cabida al reclamo.

·         Acompañémoslos al nutricionista o al médico. No acusemos  sino contengamos. No persigamos sino acompañemos. Quizás la angustia que se genera en estas situaciones desencadenen conductas adversas, inapropiadas y contrarias.

·         Conozcamos los alimentos que se ofrecen en los fiestas  o cumpleaños. Es importante que los niños sepan de lo que se ofrece cuanto aceptar.

·         Hagamos de los fines de semana una cultura activa al deporte o simplemente salgamos a caminar o a realizar actividades recreativas donde el movimiento sea el eje central, por ejemplo: bicicleta, skate, patines, etc.

·         Transmitamos nuestra información a amigos, familiares y otros padres para que exista una conducta en común, y ser partícipes primarios en disminuir la prevalencia de obesidad infantil y adolescente.

·         Démosle  el ejemplo a través de nuestra conducta alimentaria y de estilo de vida. Ellos tienen hacia nosotros una mirada crítica constante en donde debemos responder con el ejemplo.

El semáforo: una guía  para una buena alimentación.

Los alimentos ubicados en el círculo rojo no forman parte de la alimentación diaria.

Se pueden consumir 1 vez cada 7 a 10 días o en ocasiones especiales como fiestas o cumpleaños.

Consiste en: golosinas, dulce de leche, helados, gaseosas azucaradas y jugos comerciales, snaks, fiambres, salchichas, chorizos, facturas, tortas, bizcochos, mayonesa, salsa golf, ketchup, mostaza, manteca y margarina.

Los alimentos ubicados en el círculo amarillo pueden consumirse varias veces a la semana:

Quesos tipo cremosos, frescos, muzzarella, carnes rojas, pollo, pescado, huevos y otras carnes.

Vegetales feculentos como papa, batata, choclo, mandioca y por último dulces compactos. Azúcar con moderación.

Los alimentos ubicados en el círculo verde pueden consumirse todos los días y son: leche,yogures,quesos untables (descremado si el niño es mayor de 3 años),cereales como arroz, fideos, pastas simples o rellenas, avena,vitina, polenta. Aceite crudo con moderación.

     

La Fundación DAAT, es un centro integral e inteligente para la prevención, control y tratamiento de enfermedades tales como  diabetes y sus complicaciones.

DAAT,  le dedica a cada paciente una atención personalizada a través de la excelencia en las prestaciones médicas, que incluye: contención humana, identificación de la enfermedad, tratamiento, prevención, seguimiento y auditoría de calidad en cada caso en particular. La fundación, brinda la posibilidad  de atender  gratuitamente a todos aquellos que no tienen recursos para afrontar los costos de la enfermedad.

DAAT, cuenta, además, con actividades extras: desde encuentros de vida saludable, talleres educativos, charlas a escuelas sobre bulimia, anorexia y obesidad hasta “meetings para empresas” orientado a la formación de conductas alimentarias saludables de los empleados.

La Fundación está dirigida por la Dra. Viviana Edith Baranchuk, médica diabetóloga con más de 20 años de experiencia.

Para más información: http://www.fundaciondaat.com.ar/

Dirección: Iberá 2618 – Capital Federal

Teléfono: 4547-3877 (líneas rotativas)

Horacio Ballatore

 
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