La zapatilla, que se llamará "Adidas 1", tiene un microchip bajo el arco del pie para asegurarse de que no está demasiado suelta o apretada. Cada segundo, un sensor en el talón realizará una lectura del terreno, mientras que el chip llevará a cabo los consiguientes cálculos. Un minúsculo motor eléctrico se encargará de tensar o desajustar el zapato.
A pesar de que incluye un procesador, un sensor a baterías y un motor eléctrico, el calzado es ligero y grácil, según la compañía.
Los zapatos incorporarán unos botones, diodos luminosos para indicar cuál es el ajuste en cada momento y se venderán con un CD Rom con instrucciones donde se explica, entre otras cosas, cómo cambiar las baterías.
Se trata del primer calzado capaz de adaptarse en tiempo real a todas las circunstancias. Hasta ahora, las zapatillas más punteras habían utilizado cámaras de aire para absorber los choques y otras mejoras, pero nada como esto.
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