Los procesadores ya no se nombrarán con la frecuencia de funcionamiento

AMD dejó de hacerlo hace años e Intel comenzará a hacerlo este mes. El cambio de nomenclatura, junto a la rivalidad entre la arquitectura de 64 bits de AMD y la 32 bits de Intel, marca el ritmo de esta nueva temporada. Apple ya ha colocado el procesador de 64 bits en los hogares. Con la desaparición del procesador G4 de su gama de productos sobremesa, ha dicho definitivamente adiós a la vieja arquitectura de 32 bits.

Tan sólo sus equipos portátiles seguirán utilizándola.
En el mundo del PC, sin embargo, la recta final del año se presenta al rojo vivo por la rivalidad entre estos dos sistemas. AMD quiere extender el uso de los 64 bits a todos los equipos, desde los servidores hasta los portátiles. Intel, en cambio, confía aún en la potencia de sus procesadores de 32 bits para el hogar.

Su nueva línea de Pentium 4 ha aumentado la memoria caché para competir con los chips de AMD, y hará desaparecer la frecuencia de los nombres de sus procesadores.

Coincidiendo con la aparición de los nuevos chipsets para placas madres -915 y 925-, los procesadores de Intel se clasificarán en las familias 300 -para los Celeron- y 500 -para los Pentium 4-.

La gama más alta de Intel, la de los Pentium 4 Extreme Edition, mantendrá por ahora la velocidad junto a su nombre. El cambio de placa base tendrá como consecuencia la aparición de un nuevo interfaz de conexión, el PCI Express, que beneficiará, sobre todo, a los más jugadores. Tarjetas gráficas más rápidas permitirán ver los juegos en pantalla con mayor nivel de detalle.

Además de las nuevas conexiones, los chipsets de Intel incluirán sonido de alta calidad 7.1 y compatibilidad con el nuevo estándar de memoria DDR2.

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