Hasta ayer por la tarde se habían suspendido 35 vuelos con destino a diversas ciudades de Alemania y Europa que afectaron a más de 3.000 pasajeros. La "caída" del sistema informático llegó a provocar momentos de caos en el tránsito de los pasajeros y en las conexiones que estaban previstas durante la jornada. Por la noche, el mal tiempo y los fuertes vientos presentes en el sur de Alemania continuaron afectando el tráfico aéreo, por lo que tuvieron que suspenderse otros 22 vuelos de Lufthansa, con más de 2.600 pasajeros, la mayoría de ellos procedentes de Francfort o con destino a esta terminal internacional.
El fallo comenzó a notarse en la noche del miércoles, cuando fue actualizado el programa informático y no se descarta que un virus se haya infiltrado en sus servidores. Los técnicos pudieron solucionar parcialmente el problema seis horas después, aunque no lograron volver a ponerlo en funcionamiento completamente, porque la operación hubiera llevado unas cuatro o cinco horas y habría provocado nuevas demoras en los servicios.
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