De qué se trata la formación en la Fragata Libertad donde navega un pergaminense

Desde el 20 de julio, la fragata ARA “Libertad” navega con 64 guardiamarinas en comisión, entre ellos un joven de Pergamino, Mateo Leonelli, en su 52° Viaje de Instrucción. Bajo el mando del Capitán de Navío Adolfo Rodrigo Ureta, estos futuros oficiales de la Armada Argentina completan su formación profesional y náutica, aplicando conocimientos teóricos y prácticos adquiridos en la Escuela Naval Militar.

Formación Integral en Alta Mar

Durante los 105 días de navegación, los guardiamarinas recorren 12.930 millas náuticas y visitan cinco países, comenzando por Fortaleza, Brasil. Este viaje, parte del plan de estudios, incluye clases teóricas, trabajos prácticos y ejercicios náuticos. Los jóvenes se dividen en brigadas de Babor y Estribor, coordinadas por los Tenientes de Navío Gustavo Lutri y Fernando Zandivarez, quienes aseguran el cumplimiento de la formación y el bienestar de los cadetes.

Actividades y Evaluaciones

A bordo, los guardiamarinas participan en guardias de seguridad náutica, manejan el puente de comando y realizan maniobras de velas. Además, se les evalúa continuamente en diversas áreas, desde la lectura de efemérides diarias hasta la ejecución de tareas prácticas. La formación incluye pasantías en diferentes departamentos y la aplicación de conocimientos en condiciones reales de mar, un aspecto crucial para su desarrollo profesional.

Objetivo y Futuro Profesional

El Viaje de Instrucción culmina con el examen final de embarco, donde se evalúan los conocimientos adquiridos en la materia Práctica Profesional Integrada Supervisada V. Este ciclo de formación, que incluye más de 800 horas de práctica en el buque escuela, prepara a los guardiamarinas para asumir roles de jefes de división en sus primeros destinos como oficiales de la Armada Argentina. Según el Capitán Pereyra Russo, la experiencia en alta mar es fundamental para demostrar la capacidad de aplicar en la práctica todo lo aprendido en el aula.

La fragata Libertad no solo es un símbolo de formación y disciplina, sino también un puente para fortalecer lazos internacionales y promover la cooperación con otras fuerzas armadas, consolidando el futuro de la Armada Argentina a través de la preparación integral de sus oficiales.