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El golf pergaminense llora la pérdida de Lee Hoo Am
La comunidad del golf pergaminense atraviesa horas de hondo dolor tras la partida de Lee Hoo Am, referente del Club Sirio Libanés, cuya vida deportiva y humana dejó una huella imborrable en generaciones de jugadores.
Hace 6 horas.
Este miércoles falleció, a los 71 años, Lee Hoo Am, histórico jugador del Club Sirio Libanés de Pergamino y una figura esencial en el crecimiento y consolidación del golf local. Su nombre quedó asociado no solo a grandes logros deportivos, sino también a una manera de vivir el juego: humildad, constancia, respeto por sus pares y un compañerismo que atravesaba cada ronda, cada torneo y cada charla después de los 18 hoyos.
A lo largo de su vasta trayectoria, Lee se consagró campeón en múltiples ocasiones, pero su grandeza no se medía únicamente en trofeos, sino en la forma en que acompañaba a los demás jugadores, impulsaba la actividad y fortalecía los lazos dentro de la institución. Para muchos, fue un ejemplo de cómo el deporte puede unir, enseñar y trascender.
En estas horas de profundo pesar, lo despiden con inmenso cariño su esposa Ok Soo Park y su hija Katy Lee, quienes expresaron su agradecimiento por las muestras de afecto recibidas. La comunidad golfística local se encuentra especialmente conmovida, ya que Lee no contaba con familia en Pergamino más allá de ellas, y fueron numerosos los amigos y compañeros que lo consideraron parte de su propia familia.
El mensaje del Club Sirio Libanés, difundido desde la división de Golf, reflejó el sentimiento colectivo:
“Nos toca despedir con mucho dolor a un gran y querido golfista. LEE, te vamos a extrañar en cada salida de la cancha, en cada hoyo 19 y en cada historia compartida entre amigos. Seguirás presente en quienes tuvimos la suerte de compartir tantas tardes de golf con vos. Nunca olvidaremos tus inmejorables frases golfísticas. Hasta siempre, gracias por tanto.”
En su honor, el predio de golf del club permanecerá cerrado este jueves, como muestra de respeto y reconocimiento a quien fue, para todos, mucho más que un jugador: un amigo, un referente y un corazón gigante dentro del deporte local.