Economía y Empresas | El comercio argentino en terreno frágil
Informe de CAME: Ventas en picada y costos en alza
El informe de la CAME revela una situación crítica para el comercio minorista argentino. ¿Qué sectores sufren más las consecuencias y qué factores inciden en esta delicada coyuntura?
08-04-2024
La última evaluación de ventas minoristas por parte de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) pinta un panorama sombrío para el comercio en Argentina. Con una caída interanual del 12,6% en marzo y una retracción acumulada del 22,1% en el primer trimestre del año, el sector minorista enfrenta una situación delicada, marcada por la escasa actividad comercial y el aumento de los costos operativos.
El informe destaca que seis de los siete sectores evaluados experimentaron una disminución en sus ventas, reflejando la gravedad de la situación. Desde alimentos y bebidas hasta ferretería y materiales de construcción, el retroceso en las ventas ha sido generalizado, afectando a un amplio espectro de la economía.
En el rubro de alimentos y bebidas, por ejemplo, las ventas disminuyeron un 15,5% interanual en marzo, con una caída acumulada del 28,7% en el primer trimestre del año. El aumento de los costos fijos, especialmente en servicios públicos como luz y gas, ha generado una presión adicional sobre los comercios, que luchan por mantenerse a flote en un contexto de retracción del consumo y falta de liquidez.
En otros sectores como farmacia y perfumería, la situación es igualmente preocupante, con caídas interanuales del 21,9% y 27,5% respectivamente en marzo. La menor capacidad de compra de los consumidores y el aumento de los precios de los productos no esenciales han contribuido al desplome de las ventas, obligando a los comercios a implementar estrategias agresivas de promoción y descuentos para intentar atraer clientes.
A pesar de algunos destellos de actividad, como el incremento del 10,2% en las ventas de textiles e indumentaria en marzo, el panorama general sigue siendo desolador. El temor a una prolongada recesión y la incertidumbre económica persistente mantienen a las familias argentinas cautelosas en sus gastos, contribuyendo a una disminución constante de la demanda en el mercado minorista.
En este contexto desafiante, los comercios enfrentan un futuro incierto, con la esperanza de que se implementen medidas que alivien la presión sobre el sector y estimulen la actividad económica. Mientras tanto, la cautela y la prudencia predominan en el ámbito minorista, mientras se busca resistir los embates de una crisis que parece no dar tregua.