La valiosa colección de insectos del INTA

En el corazón del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMyZA) del INTA, reposa una reliquia científica que despierta la curiosidad y el asombro de investigadores de todo el mundo: una colección entomológica que abarca más de 100 años de historia. Con más de 10 mil ejemplares meticulosamente conservados, este tesoro entomológico es mucho más que una mera compilación de insectos; es un testimonio tangible de la evolución de la biodiversidad a lo largo del tiempo.

Entre las joyas de esta colección, se encuentra una langosta del lejano 1885, recolectada en la pintoresca localidad de Sibaya, Chile. Este espécimen, junto con otros pocos de finales del siglo XIX, constituyen los pilares de una colección que abarca décadas enteras del siglo XX. Con ejemplares recolectados en las décadas del '10 y del '20, esta compilación entomológica ofrece una ventana única hacia el pasado, permitiendo a los científicos rastrear los cambios en la composición y distribución de las especies a lo largo de generaciones.

Lucas Candás, investigador del IMyZA del INTA, destaca la importancia multifacética de estas colecciones entomológicas. Más allá de su valor científico indiscutible, estas reliquias ambientales, sanitarias, culturales y educativas ofrecen una perspectiva invaluable sobre la interacción entre los insectos y los ecosistemas agrícolas. "Son verdaderos tesoros que nos permiten comprender la dinámica de los sistemas naturales y mejorar la sustentabilidad de nuestros métodos de producción", afirma Candás.

La colección alberga una diversidad impresionante de especímenes, desde los imponentes coleópteros hasta los diminutos ácaros de interés agrícola. Con más de 4800 ejemplares de escarabajos y más de 1400 ejemplares de chinches, la colección sirve como un compendio exhaustivo de la fauna insectil que influye en la agricultura. Además, con más de 700 ejemplares tipo, aquellos utilizados por los autores para describir especies por primera vez, la colección es un recurso invaluable para la taxonomía y la investigación científica.

Silvia López, otra investigadora del instituto, resalta la diversidad funcional de la colección. Desde insectos dañinos que amenazan los cultivos hasta enemigos naturales que sirven como agentes de control biológico, pasando por polinizadores esenciales para la reproducción de plantas, la colección entomológica abarca todo el espectro de interacciones insecto-plantas. Con especímenes provenientes de todas las provincias argentinas y de diversos países sudamericanos, la colección es un testamento de la riqueza entomológica de la región.

La colección entomológica del IMyZA del INTA no es solo un depósito de insectos; es un archivo vivo que nos conecta con nuestro pasado natural y nos guía hacia un futuro más sostenible. Abierta a investigadores de todo el mundo, esta colección representa un recurso invaluable para comprender y preservar la biodiversidad del planeta.