¿Memoria o delito? El conflicto por el Instituto Perón expone la fragilidad de la ley

La toma del Instituto Juan Domingo Perón por parte del dirigente social Juan Grabois no solo sacudió el tablero político: también dejó al descubierto una peligrosa zona gris donde los símbolos históricos se anteponen al cumplimiento de la ley. Acompañado por militantes, Grabois ocupó el edificio —considerado patrimonio histórico y cerrado por orden del gobierno nacional— y terminó detenido por la Policía Federal. Pero en apenas horas, recuperó la libertad, sin una imputación concreta.

El inmueble, ubicado en Recoleta, fue residencia de Juan Domingo y Eva Perón y, desde 2008, está declarado monumento histórico nacional. El gobierno de Javier Milei dispuso su cierre por decreto en mayo, bajo el argumento de que el instituto era una estructura innecesaria y que su función podía ser cumplida por organismos académicos independientes.

Desde el oficialismo sostienen que la toma fue violenta, que se rompió una puerta blindex y que cuatro agentes fueron retenidos y heridos por los manifestantes. La ministra Sandra Pettovello denunció “usurpación”, mientras el jefe de la PFA, Luis Rolle, afirmó que “hacía tiempo que no veíamos algo así”.

Grabois, por su parte, se defendió asegurando que se trató de una “permanencia pacífica” y acusó al gobierno de querer “borrar la memoria popular”. También sostuvo que el edificio no debe venderse, y criticó el “avasallamiento” del Ejecutivo.

Pero más allá de la carga simbólica, el caso vuelve a interpelar a la justicia. ¿Cuán fácil es hoy ocupar un edificio público, vulnerar un decreto, protagonizar disturbios y salir en libertad en cuestión de horas? ¿Hasta dónde llega el peso de la ley cuando el delito se disfraza de causa militante?

El conflicto por el Instituto Perón trasciende la grieta ideológica: pone en tela de juicio el respeto a la legalidad, la eficacia del sistema judicial y el mensaje que se transmite a la sociedad. ¿Vale todo si se lo justifica con banderas?

Mientras el país debate la memoria, hay algo más urgente: la certeza de que la ley debe cumplirse siempre, sin importar el color político ni el relato simbólico.

Instituto Nacional “Juan Domingo Perón”: Para entender de qué se trata

El Instituto Nacional “Juan Domingo Perón” de Estudios e Investigaciones Históricas, Sociales y Políticas es un organismo estatal argentino creado por decreto en 1995 e inaugurado en 1997. Su objetivo principal es preservar, estudiar y difundir el pensamiento, la obra y la figura de Juan Domingo Perón y Eva Perón, desde una perspectiva histórica, académica y cultural.

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¿A quién pertenece?

El Instituto depende del Estado Nacional, a través de la Secretaría de Cultura, que actualmente integra el Ministerio de Capital Humano de la Nación. Aunque su temática gira en torno al peronismo, no es una institución partidaria, sino un espacio de gestión pública.

En distintas etapas, ha estado dirigido por personalidades vinculadas al justicialismo. Su fundador y primer secretario general fue Lorenzo Pepe, y en la actualidad la senadora nacional Lucía Corpacci ocupa el cargo de secretaria general.

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¿Qué hace el Instituto?

Entre sus principales tareas se destacan:

• Conservación del patrimonio histórico y documental relacionado con Perón y Evita, incluyendo archivo, biblioteca, videoteca y hemeroteca.

• Organización de exposiciones, jornadas académicas, conferencias, visitas guiadas y publicaciones.

• Funcionamiento de un museo histórico y del espacio temático “Un café con Perón”, ubicado en su sede de Austria 2593 (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), en una parte del histórico Palacio Unzué, declarado monumento histórico nacional.

• Participación institucional en actos y conmemoraciones oficiales, a través de la Comisión Permanente Nacional de Homenaje a Juan Domingo Perón, creada en 1994.

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¿Cuál es su situación actual?

En mayo de 2025, el gobierno nacional encabezado por Javier Milei anunció el cierre definitivo del Instituto, junto con la eliminación de la Comisión de Homenaje, en el marco de una política de reducción del gasto público. Se propuso que la institución continuara funcionando como una asociación civil sin aportes estatales. En respuesta, sectores del Partido Justicialista manifestaron su disposición a sostenerlo con fondos propios, para evitar su desaparición.

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El Instituto Nacional Juan Domingo Perón es un organismo público cultural e histórico que custodia el legado de una figura central de la historia argentina. Actualmente se encuentra en el centro de un debate político por su continuidad y financiamiento.