PolÃtica | 30 de abril
¿Otra marcha más? La CGT convoca a movilizar el 30 de abril, pero el reclamo ya no conmueve
Tras un paro general con escasa adhesión, la CGT insiste con medidas que ya no generan impacto. La nueva marcha prevista para el DÃa del Trabajador busca mantener la presión, pero parece reflejar más una rutina sindical que una verdadera convocatoria social.
16-04-2025
En un contexto de transformaciones profundas en la política argentina, la CGT vuelve a apelar a viejas fórmulas. Luego del paro general del 10 de abril, que no logró el efecto esperado ni la adhesión masiva de otros tiempos, los líderes sindicales anunciaron una nueva movilización para el 30 de abril, en vísperas del Día del Trabajador.
La concentración comenzará a las 14 horas en Independencia y 9 de Julio, y concluirá en el Monumento al Trabajo, en el Bajo porteño. La medida fue resuelta por la mesa chica de la CGT tras una reunión en la sede de Azopardo, encabezada por Héctor Daer y otros referentes como Sergio Palazzo y Abel Furlán.
En medio de críticas al Gobierno por una supuesta “devaluación encubierta” y la falta de diálogo sobre paritarias, los gremialistas buscan instalar nuevamente el reclamo en la agenda pública. Sin embargo, la sociedad ya no responde como antes a este tipo de convocatorias. La baja participación en las últimas acciones y el descreimiento generalizado frente al sindicalismo tradicional marcan el desgaste de una herramienta que fue clave en otra época.
“Necesitamos diálogo y políticas de inversión y trabajo”, dijo Jorge Sola, vocero de la CGT. Pero sus palabras parecen perder eco frente a una ciudadanía cada vez más alejada de las estructuras sindicales. En el nuevo escenario político y social, la repetición de paros y marchas ya no tiene fuerza transformadora.
Incluso dentro del propio movimiento obrero se perciben señales de fractura. Carlos Acuña y Gerardo Martínez, figuras históricas del sindicalismo, volvieron a ausentarse en las últimas reuniones. Y desde la Confederación de Trabajadores del Transporte, Juan Carlos Schmid lanzó un mensaje crítico: “El peronismo está encerrado en un laberinto”.
Mientras tanto, el Gobierno avanza con su agenda económica y liberal sin mayores sobresaltos. En este marco, la CGT insiste con acciones que parecen más gestos simbólicos que motores de cambio. La movilización del 30 de abril ya está convocada, pero el clima social parece decir otra cosa: la era de las marchas sindicales como catalizador del cambio parece haber quedado atrás.