Presupuesto 2026: Milei logró su primera ley de gastos con apoyo opositor y fuerte ajuste en educación

El Gobierno nacional consiguió un triunfo político clave al aprobar en el Senado el Presupuesto 2026, el primero diseñado íntegramente bajo la gestión de Javier Milei. La iniciativa fue sancionada por 46 votos a favor, 25 en contra y una abstención, superando las expectativas del oficialismo y marcando un quiebre político: por primera vez, el peronismo votó dividido en la Cámara alta.

La aprobación incluyó el polémico Título II, que deroga los pisos mínimos de inversión en educación pública, ciencia y técnica, uno de los puntos más cuestionados por la oposición y los sectores académicos. De este modo, el Congreso dio luz verde a una de las columnas del programa económico libertario: el ajuste del gasto público con déficit cero como eje central.

Se trata del primer presupuesto aprobado desde la llegada de Milei a la Casa Rosada. Hasta ahora, el Ejecutivo había gobernado con el esquema de gastos de 2023 prorrogado, tras rechazar iniciativas modificadas por la oposición por considerarlas contrarias al equilibrio fiscal. El cambio de escenario estuvo influido por la presión del Fondo Monetario Internacional y del Gobierno de Estados Unidos, que reclamaban previsibilidad institucional.

Para facilitar la sanción, el oficialismo aceptó eliminar en Diputados artículos sensibles —como la derogación de leyes de emergencia en discapacidad y financiamiento educativo— y confirmó que no vetará el Presupuesto, despejando dudas políticas.

Entre los votos afirmativos se destacaron no solo los senadores de La Libertad Avanza y la UCR, sino también tres legisladores peronistas (Guillermo Andrada, Carolina Moisés y Sandra Mendoza) y representantes de Santa Cruz alineados con el gobernador Claudio Vidal.

El debate: ajuste, federalismo y críticas

En el cierre del debate, Patricia Bullrich defendió el proyecto con un discurso enfático:

“El déficit cero no se negocia. Este presupuesto no promete lo que no se puede cumplir”, afirmó, diferenciándolo de modelos que —según sostuvo— fomentaron la inflación y el crecimiento del Estado.

Desde la oposición, el respaldo fue condicional. Legisladores reclamaron cumplimiento efectivo del presupuesto y mayor empatía social al momento de aplicar recortes. La senadora Julieta Corroza pidió avanzar hacia un “federalismo real”, mientras que el jefe del bloque kirchnerista, José Mayans, fue lapidario: calificó el trámite como “vergonzoso”, denunció un endeudamiento “brutal” y acusó al oficialismo de “ayudar a reventar el sistema educativo argentino”.

Qué prevé el Presupuesto 2026

El texto aprobado proyecta para 2026:

• Crecimiento del PBI: 5%

• Inflación anual: 10,1%

• Tipo de cambio: $1.423 a diciembre

• Superávit primario: 1,5% del PBI

• Superávit financiero: 0,2% del PBI

• Exportaciones: +10,6%

• Importaciones: +11%

En cuanto a la demanda interna, se prevé una desaceleración del consumo privado (+4,9%) y un leve aumento del consumo público (+1,2%), mientras que la inversión crecería 9,4%, aunque a un ritmo menor que el año previo.