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Revancha en la cancha: Estudiantes fue campeón y obligó a Tapia a entregar el trofeo
Tras semanas de tensión con la AFA, la suspensión a Juan Sebastián Verón y el polémico "pasillo", el fútbol ofreció su desquite: Estudiantes venció a Racing por penales, fue campeón y vivió una consagración tan histórica como frÃa, con Chiqui Tapia en el centro de una escena incómoda.
Hace 7 horas.
El fútbol, tantas veces injusto, también sabe devolver lo que quita. Y esta vez la revancha llegó vestida de rojo y blanco. Estudiantes de La Plata se consagró campeón del Torneo Clausura 2025 tras empatar 1-1 con Racing y ganar 5-4 en los penales en el Estadio Único Madre de Ciudades. Pero el título tuvo un condimento extra: el contexto.
Luego del fuerte cruce institucional con la AFA, la suspensión a Juan Sebastián Verón y el episodio del pasillo que encendió la polémica, el destino quiso que Claudio “Chiqui” Tapia debiera colocarle las medallas y entregar el trofeo a un Estudiantes campeón. La ceremonia fue breve, correcta y marcada por una frialdad evidente en gran parte del plantel del Pincha.
Dentro de la cancha, la final fue tan tensa como cerrada. Racing y Estudiantes jugaron con más temor a perder que ambición de ganar, priorizando el orden defensivo y el error ajeno. Las situaciones escasearon y los arqueros, especialmente Facundo Cambeses, sostuvieron el cero durante largos pasajes.
La Academia golpeó primero: a los 36 minutos del segundo tiempo, Adrián “Maravilla” Martínez definió con jerarquía tras un desajuste defensivo y puso el 1-0. Cuando el festejo parecía definitivo, Estudiantes reaccionó desde su ADN: pelota parada y carácter. Guido Carrillo, de cabeza, marcó el empate que empujó la final al alargue.
El suplementario mantuvo la tensión, sin romper el equilibrio. Y como tantas veces en las finales, todo se resolvió desde los doce pasos. En los penales, Estudiantes fue más preciso, aprovechó el error de Franco Pardo y selló el 5-4 que desató el festejo contenido, cargado de desahogo y simbolismo.
Estudiantes volvió a ser campeón. Aseguró su lugar en la Copa Libertadores y dejó un mensaje claro: las disputas se discuten, pero los títulos se ganan en la cancha. Esta vez, el fútbol habló. Y lo hizo con revancha incluida.