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Tragedia y barbarie en la Autopista: Muerte y saqueo en un accidente fatal
Mientras los rescatistas intentaban auxiliar a un camionero mendocino que perdió la vida en un violento vuelco, decenas de personas saquearon la carga sin el menor reparo por la tragedia humana que se desarrollaba ante sus ojos.
19-01-2025
En un sábado que quedará marcado por la deshumanización y la pérdida de valores, Matías Marcos González, un joven camionero mendocino de 35 años, perdió la vida en un trágico accidente sobre la autopista de la Ruta Nacional N.º 8, a la altura del kilómetro 206, cerca de la localidad de Urquiza.
El siniestro ocurrió al mediodía cuando el camión Fiat que conducía González despistó y volcó atravesando el carril contrario. El impacto fue tan violento que el conductor falleció en el acto, quedando su cuerpo atrapado entre los hierros retorcidos del vehículo.
Mientras los servicios de emergencia - incluyendo bomberos voluntarios de Pergamino, Policía Vial, Gendarmería, Policía Científica y vehículos de asistencia de corredores viales - trabajaban arduamente en el rescate y las pericias correspondientes, se desarrollaba una escena que refleja el lado más oscuro de la sociedad.
En un acto de absoluta inmoralidad y falta de respeto por la vida humana, decenas de personas se abalanzaron sobre la carga desparramada como una jauría descontrolada. Sin el menor remordimiento ni consideración por el dolor ajeno, estos individuos saquearon bebidas gaseosas, rollos de cocina y productos de almacén, mientras a pocos metros los rescatistas trabajaban para recuperar el cuerpo sin vida del joven conductor.
La grotesca exhibición de salvajismo alcanzó su punto más deplorable cuando, incluso durante el traslado del cuerpo de González, los saqueadores continuaron con su festín de rapiña, evidenciando una total ausencia de valores humanos básicos.
Este incidente no solo representa una tragedia vial más en las rutas argentinas, sino que desnuda la decadencia moral de ciertos sectores de la sociedad que, ante la muerte de un semejante, solo ven una oportunidad de beneficio personal. Las autoridades continúan investigando las circunstancias del accidente, mientras la familia de González debe lidiar no solo con su pérdida, sino con la indignidad con que fue tratada la escena de su muerte.