Un adiós entre lágrimas: El cartonero amigo del Papa viajó al Vaticano para despedirlo

La noticia del fallecimiento del Papa Francisco a sus 88 años conmovió al mundo, pero también tocó de manera profunda a aquellos a quienes dedicó su vida: los más humildes. Entre los miles que peregrinaron hasta la Basílica de San Pedro para rendir homenaje al pontífice argentino, estuvo Sergio Sánchez, el cartonero que, conmovido, viajó especialmente al Vaticano para despedir a su amigo y referente espiritual.

"Se nos fue una guía espiritual muy importante", expresó Sánchez con la voz quebrada en diálogo con C5N, tras acompañar al féretro del Papa en la capilla ardiente. Recordó con emoción su primer encuentro en la asunción de Francisco y ahora, su último adiós, a pocos metros de quien fue un símbolo de esperanza para los excluidos.

Sergio, integrante del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular, confesó que no tenían previsto viajar por los altos costos, pero que finalmente fue invitado por el propio Vaticano. "Acá estoy, despidiéndome de una gran persona, de Jorge Bergoglio, para decirle a todos los compañeros que pudimos estar en su despedida", afirmó, comprometido a mantener vivo su legado.

Desde las redes de MTE, definieron a Francisco como "el Papa de los pobres, de los nadies, de los últimos", recordando su enorme humanidad: "El que no se arrodilló ante los poderosos sino ante los pies descalzos de los más humildes. El que enseñó que el amor no se declama, se practica".

Para Sánchez y su organización, el mensaje de Francisco trasciende su partida: "Tierra, Techo y Trabajo no son consignas, son derechos sagrados". La promesa es clara: su lucha continuará viva en cada trabajador excluido que abrace sus enseñanzas.