En Chile, existen dos lineas de familias Jaque.
La primera llegó desde España, desde San Sebastián. Se cree que es una antigua deformación del apellido y/o nombre francés “Jacques”. Estos habrían llegado a Chile alrededor de 1680 con los llamados españoles Heráldicos.
La segunda línea es mucho más reciente, con la llegada de dos hermanos inmigrantes franceses de apellido “Jacques” al norte del país al inicio de la década del 40, y por un desconocimiento del idioma español y una mala gestión del oficial civil de la época, para hacer más fácil la inscripción en los registros nacionales, optó por simplemente registrar como “Jaque” el apellido.