Sin lugar a dudas, no hay mejor etapa en la vida que la de empezar a independizarse e iniciar la vida universitaria. Más aún si se trata de irse a vivir a otro lugar, conocer gente nueva y empezar a jugar a ser un poco adultos: prepararse la comida, encontrarse con una plancha por primera vez, limpiar y acomodar el dormitorio porque mamá ya no lo hará.
Para todo esto es importante dar el primer paso, elegir el departamento en donde transcurrirá la vida del estudiante: entre mate y mate, acompañado de libros y amigos. Es esencial elegir un sitio cómodo que se adecue a los gustos y necesidades del nuevo propietario. Encontré algunos tips en el blog de una reconocida inmobiliaria de Córdoba, que me gustaría retomar.
En primer lugar, es importante considerar la ubicación: ver la proximidad que presentan respecto de las casas de estudio y por el movimiento que registran: es un ir y venir permanente de jóvenes, lo cual es una ventaja para moverse a cualquier hora del día. No es conveniente elegir un departamento aislado de todo ya que después no sólo tenés que invertir en transporte público o taxi, sino que tenés que sumarle el tiempo que te toma llegar a clase, por ejemplo.
Cuando hablamos de ubicación también es importante que veas que hay a la vuelta: por ejemplo, si sos de esas personas a las que les cuesta conciliar el sueño fijate que el primer tiempo es divertido tener un bar al frente pero pasados unos meses, se torna algo tediosos especialmente cuando es época de parciales y querés dormir. Asimismo, tener un supermercado, un kiosco, un gimnasio son algunos de los sitios que suman puntos a la hora de elegir un lugar en donde vivir.

Por otro lado, antes de alquilar un departamento, hay que analizar los gastos fijos que se van a tener: por un lado, los servicios básicos como luz, gas agua, así como las expensas y luego pensar en la posible incorporación de servicios adicionales como internet y cable.
En cuanto al inmueble en sí, es importante fijarse en características como la ventilación e iluminación. Asimismo, dependiendo de las personas que vayan a vivir en él, es importante reparar en el número de ambientes. Es muy común que los primeros años, los jóvenes vivan con dos amigos más. En este sentido, especialmente si van a estudiar carreras diferentes, se debe buscar un área que promueva el estudio, es decir un área separada de los espacios comunes. Así, mientras unos pueden ver tele, los otros pueden estudiar tranquilos. Por supuesto, el mobiliario debe acompañar: una mesa y una buena silla para poder pasar sentados durante algunas horas de manera confortable.
En síntesis, estas son algunas de las características que permitirán que los jóvenes se sientan a gusto en esta nueva ciudad. Ubicación, gastos y disposición espacial son aspectos que no se deben pasar por alto al alquilar un departamento.
Sin lugar a dudas irse a vivir solo es toda una experiencia. Se gana en muchas cosas, como por ejemplo libertad, privacidad y el manejo de los propios tiempos, pero también se ganan algunas responsabilidades que requieren de voluntad y paciencia al principio, y a las que después nos acostumbramos y salen naturalmente. Si estás pensando animarte a vivir una nueva experiencia, debes saber ciertas cosas antes de hacerlo. Encontré algunos tips en blog de Sergio Villella Bienes Inmuebles, que te cuenta lo que tenés que saber antes de irte a vivir solo.

Lo que necesitás y un extra
Mudarse solo no es algo imposible pero sí requiere de algunos gastos que a veces no dimensionamos, especialmente los primeros meses. Por eso, el primer paso es sentarse a analizar la situación financiera, o como decimos comúnmente, sentarse a “hacer números”. Al alquilar, además de pagar el inmueble, tenés que hacer frente a los gastos administrativos de la gestión por el alquiler, así como también el depósito. Y luego, vienen los gastos relacionados con el equipamiento del depto y con la mudanza. ¡Tranquilo! No es para que te eches atrás, sino simplemente para que tengas en cuenta que, al principio, puede que tengas que ajustar tu presupuesto.
Dar de alta los servicios
Tu departamento nuevo lo vas a encontrar “tal como Dios lo trajo al mundo”: vacío, sin nada. Entonces, será momento de decorar a gusto y criterio personal. Esa es la parte divertida. Pero antes, tendrás que ocuparte de algunas cuestiones “hard” como dar de alta los servicios. En algunos casos, la conexión toma varios días, por lo que siempre es mejor organizarse y hacerlo pronto.
Impuestos, alquiler y expensas
Seguramente ya sabés que los impuestos y el alquiler tienen una fecha de pago pero también es probable que no lo tengas interiorizado o que hasta hoy no haya formado parte de tu rutina. Ahora vas a tener que aprender a llevar un control de eso y pagar puntualmente si no querés que empiecen a correr los intereses. Algunos impuestos suelen confundir ya que tienen un cobro bimensual pero vas a tener que mantener un registro de lo que pagas y lo que no, para evitarte sorpresas futuras. Por ejemplo, si alguna vez no te llega a factura, si tenés un control, vas a poder gestionar un reclamo o buscar otro medio de pago.
Aprender a hacer cosas
Cuando te vas a vivir solo aparecen experiencias nuevas, que jamás antes habías pasado: algunas pueden referirse a cuestiones domésticas como cambiar el cuerito de una canilla y otras tienen que ver con relaciones con los vecinos. Tu nueva vida te va a poner frente a situaciones que habrá que resolver, del mejor modo posible, y que por supuesto te ayudarán a crecer y a aprender. En algunos casos se podrá pedir ayuda, en otros será mejor negociar y conciliar, y así, surgirán una gran variedad de respuestas que te ayudarán a crecer, pero ante todo: no hay que olvidarse de la educación y el respeto.
Limpieza e higiene
Para disfrutar de un lugar, es importante que el mismo resulte agradable. Y esto es imposible si limpias una vez cada 3 meses y dejás una pila de platos de hace 3 semanas. Vas a tener que hacerte hábitos de limpieza general para tratar de mantener un orden.
Cuando estés enfermo
Antes de que caigas enfermo o te cortes con algo en la cocina, lo mejor es adelantarse y estar preparado. Siempre es necesario tener un botiquín básico de primeros auxilios, que nos permita responder con rapidez. Por supuesto, si el panorama se complica, se pide ayuda a alguien.
Para irte a vivir solo, solo debes organizarte y seguir estos simples consejos.