Acerca de la visión de vida de Cristina Sanchez

En el taller de autoconocimiento, testimonio de Sabrina Fingerman

Testimonio de Sabrina Fingerman.

 “Poder ver todo lo logrado en estos meses tan hermosos en el taller de autoconocimiento, lo que compartimos y sentir que cada día que pasó me fui involucrando más y más, no tiene explicación!! El dar sin esperar nada y recibir mucho más es increíble y vale muchísimo para mí el día de hoy. Haber hecho una diferencia en un momento compartido, una mirada o sonrisa te llena de emociones increíbles, te llena el corazón!!

A partir de ahora mi Visión de Vida es soñar imposibles, lograrlo con esfuerzo, constancia y sobre todo sentir amor por lo que hago, sin olvidarme de mi gente.

Feliz sé que voy a lograr todo y más… Es magnífico dar amor sin esperar nada a cambio. Si bien ya tengo experiencia comunitaria, la que realice en el comedor Sagrado Corazón de Jesús tuvo un sabor diferente… Crecí muchísimo!!”

Experiencia comunitaria gracias al taller de autoconocimiento en Morón, pcia. de Buenos Aires.

Silvina de Grazia en el taller de autoconocimiento

Testimonio de Silvina de Grazia.

 “A partir de ahora mi Visión de Vida es no bajar los brazos jamás y todo lo puedo, que soy Yo la que tengo que decidir por mí para cumplir mis sueños y no depender ni de los demás ni poner excusas. Y sé que si me lo propongo lo voy a lograr poniendo dedicación y el corazón a todo lo que quiero hacer. Es solo abrirme a ellos, recibir y dar muchos abrazos, sonrisas y mimos. Ellos te enseñan que con amor se puede. Siempre los voy a tener en mi corazón, porque gracias a ellos mi corazón es enorme. Soy feliz… feliz. Te dan tanto amor, sin esperar nada a cambio.

Y ahora que ya he recorrido el camino, miro hacia atrás y veo que no estuve sola nunca, porque cuando me caía o cuando lograba mis metas, estaban ahí mis amigos del corazón. Gracias a todos en el taller de autoconocimiento por permitirme ver en mí una ganadora. Al principio sentí miedo y no sabía qué hacer, me sentí perdida y me ocupaba por otros cosas y no me conectaba con las personas que iban al comedor, no sabía cómo acercarme a ellos, pero de a poco fui abriéndome y con cada sonrisa de esos chicos o charlas con sus papás, con cada juego, el corazón se me fue abriendo y así logré disfrutar cada momento, hasta llegar a perder la noción del tiempo, de no querer irme.”

Experiencia comunitaria gracias al taller de autoconocimiento en Morón, pcia. de Buenos Aires.