CLARÍN

CONFLICTOS SEXUALES

LHay 80.000 matrimonios no consumados en el país

29/8/11

¿Cuál es el disparador del acuerdo de no penetración? “Hay causas individuales que en la mujer pueden definirse como vaginismo , que es la contracción involuntaria de los músculos de la vagina, y la dispareunia, que es el dolor en la penetración. En el hombre se manifiesta con la eyaculación precoz y la disfunción eréctil. En ambos pueden presentarse fobias sexuales”, responde León Gindín, sexólogo y titular del CETIS, y autor de un libro sobre el tema junto a Cristina Fridman.

“En un plano inconsciente, la mujer piensa al pene como un taladro que la va a lastimar. En el varón se presenta el temor a la ‘vagina dentada’, que le va a comer su pene. Para llegar a que un individuo experimente ese tipo de fobias sexuales hay que indagar en su educación, en la relación con su padre y su madre, en sus convicciones religiosas, que pueden ser extremas”, suma Elizabeth Rodríguez Floccari, psiquiatra y miembro de la (SASH).

http://www.clarin.com/sociedad/salud/matrimonios-consumados-pais_0_544745571.html

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VAGINISMO Y DISFUNCIÓN ERÉCTIL

por Horacio Velmont

Mira qué casualidad, Nova, tu padeces de vaginismo y yo de disfunción eréctil... ¡Somos sexualmente compatibles!

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¿Como puede afirmarse, ya en el Siglo XXI, que los problemas de vaginismo y de disfunción eréctil “En un plano inconsciente, la mujer piensa al pene como un taladro que la va a lastimar" y "en el varón se presenta el temor a la ‘vagina dentada’, que le va a comer su pene". 

Tanto el vaginismo como la disfunción eréctil, así como también todos los trastornos sexuales, tienen fundamentalmente su origen en la mente reactiva y en los engramas que dictan esas conductas.   

VAGINISMO Y ABERRACIÓN

Te dejo colocado el cinturón de castidad, Genoveva, no sea que te cures de golpe el vaginismo...

Ahota entiendo, Julieta, por qué me jurabas que jamás padecerías de vaginismo...

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El vaginismo puede definirse como el rechazo incontrolable que tiene una mujer a ser penetrada por su pareja.   

De la definición del vaginismo se excluyen las malformaciones vulvo-vaginales que impiden la penetración y que necesitan un tratamiento quirúrgico. 

El mecanismo fisiológico del vaginismo se puede resumir en pocas palabras: el miedo –“fobia” a la penetración– provoca el cierre de la vagina. 

Por una parte, un gesto de rechazo y cierre de las piernas, y por la otra una contracción involuntaria de los músculos de la vagina. Si la primera  barrera gestual cae, la contracción de sus músculos cierran la vagina haciendo imposible la penetración. 

Según lo exponen los ginecólogos, el comportamiento de las mujeres que padecen de vaginismo es característico: movimiento hacia atrás al ver el speculum y casi la imposibilidad de tocar la vulva y de separar los labios. 

Todo el comportamiento de la paciente es reflejo del miedo a la posibilidad de la introducción del speculum en la vagina. 

Según las investigaciones exhaustivas que hemos hecho en la Red, ni los médicos, ni los psiquiatras, ni los psicoanalistas, ni menos aún los ginecólogos, tienen conocimiento de los descubrimientos de Ron Hubbard, plasmados en Dianética y Cienciología, y por lo tanto, al ignorar la existencia de la mente reactiva y la dramatización de los engramas que provocan todos los trastornos mentales, sus tratamientos son absurdos. 

¿Cómo podría un plomero arreglar la humedad de la pared si desconoce que la causa es el caño roto?

Naturalmente que estos profesionales se jactan de sus éxitos, pero también tendría éxito el plomero que le pone tanto cemento a la pared húmeda que al final la humedad se va a otra parte de la pared… ¡pero el caño roto sigue estando roto! 

Muchas veces lo que ocurre es que la paciente tiene tantos deseos de embarazarse que se sobrepone al engrama.   

¿Cuáles son las causas más frecuentes del vaginismo? Según los psiquiatras pueden ser debido:   

1) a una educación durante la infancia demasiado desvalorizante por lo concerniente a la sexualidad, con fuertes prohibiciones (prohibición al desnudo, a las caricias de los padres, a la masturbación). 

2) a una culpabilidad por caricias incestuosas o pedófilas durante la infancia. 

3) a todas las violencias sexuales sin distinción de edad. 

Sin embargo, ninguna de estas circunstancias es verdadera causa en sí si no ha implantado un engrama en la mente reactiva de la paciente. 

¡Si no han implantado un engrama, éstas circunstancias son tan nocivas como un vaso de agua pura de manantial! 

Incluso los psiquiatras ponen de manifiesto que la mayoría de las veces no se encuentra  ninguna causa  para explicar el vaginismo que sufre la paciente, lo cual no es más que es un eufemismo para disimular su ignorancia. 

El vaginismo, hay que recalcarlo bien para que no quede ninguna duda, es siempre el resultado de la dramatización de uno o varios engramas, y si los hechos mencionados no han implantado un engrama, entonces no son causa del trastorno. 

Veamos ahora un ejemplo real de un incidente que implanta un engrama cuya dramatización conduce al vaginismo: 

El padre llega borracho a su casa y quiere tener relaciones sexuales, pero su pareja trata de impedírselo en razón de estar embarazada.   

En el forcejeo golpea a la criatura en gestación y ésta queda anatén (conciencia analítica disminuida) por lo que todo lo que ocurre a partir de ese instante, especialmente las palabras, se graba en sus células reactivas y puede ser recordado más tarde en la terapia dianética. 

– Quiero tener una relación sexual ya. 

– No debemos hacerlo porque el embarazo ya está muy avanzado y puedes dañar a la criatura. 

– Bueno, lo haré suavemente. 

– Eso dices siempre, pero al final eres un bruto. 

– Insisto que quiero tener una relación sexual, y lo haré a las buenas o a las malas. 

– Bueno, hazlo, sácate el gusto y hazle daño a la criatura.   

Este engrama se conectó a otro incidente más adelante que agravó el problema: la criatura, cuando tenía alrededor de 13 años, vio en la casa de una amiga una película pornográfica que activó el engrama y le dio mayor compulsión. 

Más tarde tuvo obstáculos para menstruar y posteriormente vaginismo. Cuando se la auditó con la terapia dianética se eliminaron estos engramas y los trastornos desaparecieron.   

Si esta persona hubiera ido a un psiquiatra, a un psicoanalista o a un ginecólogo, ¿estos profesionales hubieran buscado el incidente que le ocasionaba el vaginismo?

Obviamente que no, y practicarían un tratamiento que sería tan inútil como cenicero de moto, para decirlo de la manera más clara e irónica posible. 

Y ésta es toda la simple historia del vaginismo. 

DISFUNCIÓN ERÉCTIL Y ABERRACIÓN 

En materia de disfunción eréctil no hay que descartar nada...

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La impotencia sexual masculina, o disfunción eréctil como la llaman los médicos, es la incapacidad repetida de alcanzar o mantener una erección lo suficientemente rígida como para permitir el coito. 

Los psiquiatras, al desconocer la existencia de la mente reactiva y los engramas, se encuentran perplejos no sólo para definir con claridad este trastorno, sino también, y esto es el lógico resultado de su ignorancia, para encontrar su origen y cómo tratarlo. 

La impotencia de este tipo, denominada coeundi, que hay que distinguirla de la impotencia generandi, que es la ausencia de fertilidad, y descartando los casos excepcionales de lesiones orgánicas, es un trastorno psicogénico producido por engramas. 

¿Cómo sería el incidente en el que un engrama al restimularse llevaría a la disfunción eréctil? 

Supongamos que un adolescente va por primera vez con una mujer avezada en las lides amatorias, pero como ésta lo ve muy nervioso trata de animarlo dialogando un poco con él: 

– ¿Es tu primera vez? 

– Así es, nunca lo hice. 

– ¿Estás muy nervioso? 

– Sí, estoy muy nervioso. 

– ¿Una mujer desnuda te pone nervioso? 

– Así es. 

– Si estás nervioso nunca se te va a parar.   

Estas palabras, que no parecen acarrear ningún tipo de problema, se graban sin embargo literalmente en la mente reactiva del adolescente como engrama: “estás muy nervioso”, “una mujer desnuda te pone nervioso”, “nunca se te va a parar”. 

Desde ya que el chico, al estar muy nervioso, tiene disminuida su capacidad analítica, lo que propicia el implante de engramas. 

Como la mente reactiva no interpreta, sino que graba literalmente las palabras, hace caso omiso del tono de pregunta, y la expresión “¿estás muy nervioso?” se transforma en una orden imperativa: “estás muy nervioso”. 

En el futuro este engrama puede activarse cuando en el entorno aparece algún percéptico similar al del engrama –quizás la maestra de la escuela tenga el pelo del mismo color que la mujer del ejemplo–,  y entonces se produce la impotencia. 

El adolescente intenta el coito con otra mujer pero el engrama se lo impide, y este fracaso añade otro engrama a la cadena, y si lo sigue intentando, cada vez que fracase el trastorno se hará más aberrativo porque los engramas se suman en forma impredecible. 

Hay que poner también en el tapete la posibilidad de la existencia de engramas anteriores similares que contengan dolor, por ejemplo prenatales, en los que el padre, copulando con la madre, actuó en forma aberrante. 

No hay necesidad de ahondar en explicaciones sobre esto porque cualquiera sabe a qué me estoy refiriendo y también que el feto graba todo como engrama en sus células reactivas. 

El adolescente, finalmente, y ya completamente desesperado, decide ver a un psiquiatra, pero como este profesional ignora todo sobre el mecanismo mental y cómo se producen los trastornos, inventará cualquier cosa disparatada para no perder el paciente: medicamentos orales, supositorios, terapias con inyección, bombas con aspiradora, cirugía vascular, implantes peneales, etc., etc.  

El chico, sin embargo, en lugar de ir a un psiquiatra pudo haber decidido intentarlo con Dianética, quizás aconsejado por algún buen amigo, en cuyo caso estará salvado. 

Y ésta es toda la simple historia de la disfunción eréctil.

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LECTURAS RECOMENDADAS

La mente reactiva automática

http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/lamentereactivaautomatica.htm

Las fobias

http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/epdlsxlv_fobias.htm

Lista de temas de salud mental