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Enigmas develados

Apuntes sobre la mente humana XIV9/10/2011

APUNTES SOBRE LA MENTE HUMANA XIV

BASADOS EN LOS DESCUBRIMIENTOS DE L. RONALD HUBBARD

por Horacio Velmont

LA RESTIMULACIÓN DE LOS ENGRAMAS

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La mente reactiva esta compuesta de engramas y cuando éstos se restimulan producen impredecibles trastornos de todo tipo, tanto mentales como orgánicos. La mente reactiva hace que esos engramas afecten a la mente analítica y al organismo siempre que son restimulados. 

ENGRAMA

CANDADO

Hay muchos incidentes conocidos en una vida que aparentemente tienen profunda influencia sobre la felicidad y la condición mental de un individuo. El individuo los recuerda y atribuye erróneamente a ellos sus problemas. 

Alguien come de más y tiene una indigestión. Cree que el problema de su dolor de estómago proviene de la indigestión (candado), pero resulta que el verdadero origen fue una cirugía y las palabras del cirujano: “le dolerá el estómago”. La indigestión solo “despertó” el engrama. 

No obstante, hasta cierto punto tiene razón: al menos, está mirando atrás a incidentes que los engramas mantienen en su sitio. Él no ve los engramas. En el ejemplo mencionado estaba "inconsciente". De hecho, a menos que esté familiarizado con Dianética no sabe que están ahí. En incluso entonces no sabrá su contenido hasta que se haya sometido a la terapia dianética.

Puede demostrarse fácilmente que cualquier momento de desdicha a "nivel consciente", que contenía una gran tenstión o emoción, no fue culpable de la acusación de causar la aberración y de las enfermedades psicogénicas (erróneamente denominadas "psicosomáticas").

El proceso mediante el cual se restimula un engrama no es muy complejo. Digamos que el engrama 105 era un momento de "inconsciencia" en que la criatura en estado prenatal fue golpeada por papá al pegarle a mamá. El padre, consciente o no de la criatura, profirió las palabras: "maldita seas, perra asquerosa, ¡no vales para nada!".

Este engrama está donde se impresionó, en el banco reactivo. Ahora bien, podría quedarse allí durante setenta años sin que nunca restimularse. Contiene un dolor de cabeza, un cuerpo que cae, rechinar de dientes y los sonidos intestinales de la madre. Y después del nacimiento, cualquiera de estos sonidos puede estar presente en grandes cantidades sin que este engrama se restimule. 

Sin embargo, un día el padre se exaspera con el niño. Éste está cansado y con fiebre, lo que quiere decir que su mente analítica no puede estar en su más alto nivel de actividad. Y el padre tiene un conjunto de engramas que dramatiza, y uno de estos engramas es el incidente citado.

El padre estira la mano y abofetea al niño diciendo: "Maldito seas, ¡no vales para nada!". El niño llora. Esa noche tiene dolor de cabeza y está mucho peor físicamente. Y siente un intenso odio hacia su padre y miedo de él. El engrama se ha restimulado. Ahora, el sonido de un cuerpo que cae, o el rechinar de dientes, o cualquier asomo de ira de cualquier tipo en la voz del padre pondrá nervioso al niño. Su salud física sufrirá. Empezará a tener dolores de cabeza.

Si tomamos a este niño, que ahora ya es un adulto, y revisamos a fondo su pasado, descubriremos (aunque puede estar ocluido) el candado de la restimulación anterior. Y además podremos también descubrir cincuenta o quinientos de estos candados sobre este único asunto. Uno diría, a menos que conociera Dianética, que esta criatura se echó a perder después de su nacimiento porque el padre le pegaba, y podría intentar poner la men te del paciente en mejores condiciones eliminando estos candados.

En la vida normal hay miles, decenas de miles de candados. Eliminarlos a todos sería un trabajo hercúleo. Cada engrama que tiene una persona, si se ha restimulado, puede tener cientos de candados.

Si el condicionamiento existiera como mecanismo de dolor y tensión, la humanidad estaría en muy malas condiciones. Afortunadamente, un condicionamiento así no existe. Parece existir, pero la apariencia no es el hecho. Uno podría pensar que si una criatura fuese golpeada e insultada diariamente al final estaría condicionada a la creencia de que la vida era así y que lo mejor era volverse contra ella.

Sin embargo, el condicionamiento no existe. Pavlov pudo haber sido capaz de volver locos a perros mediante la repetición del experimento; esto simplemente fue mala observación por parte del observador.

Los perros podrían ser entrenados para hacer esto o aquello. Pero esto no era condicionamiento. Los perros enloquecían, cuando enloquecína, porque se les implantaban engramas. Una serie de tales experimentos, debidamente dirigidos y observados, prueba esta afirmación.

El niño, al que diariamente se le decía que no servía para nada, y que aparentemente empezó a decaer solo a causa de eso, decayó únicamente debido al engrama. Éste es un hecho feliz. La localización del engrama puede llevar algún tiempo --unas pocas horas-- pero cuando se alivia o se archiva nuevamente en los bancos analíticos (el banco de recuerdos) también se vuelve a archivar todo lo que se le ha agregado como candado.

Las personas que trataban de ayudar a otros con sus aberraciones y que no conocían nada sobre engramas estaban operando, naturalmente, con un 105 % de probabilidades de fracaso. En primer lugar los candados mismos pueden desaparecer en el interior del banco reactivo. Así obtenemos un paciente que dice: "Mi padre no era tan malo. Era un tipo bastante bueno". Y al hacer saltar un engrama descubrimos, al igual que el paciente, que papá se encontraba dramatizando por costumbre. Lo que el paciente sabe sobre su pasado antes de hacer saltar los engramas no vale la pena catalogarse.

En otro caso podemos encontrar a un paciente que dice: "Yo tuve una infancia terrible; una infancia terrible. Me pegaban en serio". Y cundo se vuelven a archivar sus engramas descubrimos que los padres de este paciente jamás le pusieron la mano encima, en castigo o ira, en toda su vida.

Un engrama puede acompañar a la persona durante décadas sin restimularse. Uno de los tipos de casos más notables es aquel que se pasó toda la juventud sin mostrar ninguna aberración. A la edad de 26 años se descubrió que tenía tanta aberración, tan de repente, que parecía como si hubiera sido embrujado.

Quizás la mayoría de sus engramas estaban relacionados con casarse y tener hijos. Nunca antes se había casado. La primera vez que está fatigado o enfermo y se da cuenta de que tiene una esposa a su cargo se le restimula el engrama por primera vez. Después, la espiral descendente empieza a ponerse en marcha. Esta restimulación suspende a la mente analítica lo suficiente como para que se puedan restimular otros engramas. Al final, podemos encontrarlo en algún manicomio.

La jovencita que ha sido feliz y despreocupada hasta los 13 años y que de pronto empieza a decaer no ha recibido un engrama en ese momento; se le ha restimulado uno que tenía, que permitió que se restimulara otro. Reacción en cadena. Esta activación puede no haber requerido más que el descubrimiento de que estaba sangrando por la vagina. Ella tiene un engrama emocional con respecto a esto; se pone frenética. Según pasan los días, los otros engramas pueden ir tomando posiciones para afectarla. Y así se enferma.

La primera experiencia sexual puede ser tal que active un engrama. Esto es tan normal que el sexo ha adquirido por todas partes la mala reputacióln de ser un factor que causa aberración por sí mismo. El sexo no es ni ha sido nunca causa de la aberración. El dolor físico y la emoción que incidentalmente contiene el sexo son los factores que producen aberración.

Puede darse el caso de que una paciente insista tenazmente en que su padre la violó cuando ella tenía nueve años, y que ésta es la causa de toda su desgracia. Gran número de pacientes dementes alegan esto, y es perfectamente cierto. Papá sí la violó, pero resulta que solo habían pasado nueve días desde que había sido concebida. La presión y el trastorno del coito son molestos para la criatura y se puede esperar que normalmente proporcione a la criatura un engrama que tendrá como contenido el acto sexual y todo lo que se dijo.

La hipnosis con drogas es peligrosa, como se ha citado, cuando se intenta dar tratamiento a psicópatas. Y hay otras razones por las que es peligrosa. Cualquier operación bajo anestesia o cualquier administración de drogas a un paciente puede provocar la restimulación de engramas. Aquí está la mente analítica suspendida y ahí el banco reactivo abierto para que lo remueva cualquier comentario que hagan las personas en torno a la persona drogada. 

El hipnotismo en sí es una condición en la cual se pueden activar engramas que nunca antes se habían restimulados: la mirada vidriosa de una persona que ha sido hipnotizada demasiado a menudo, la falta de voluntad que se observa en personas hipnotizadas con demasiada frecuencia, la dependencia que el paciente tiene del hipnotizador, todas estas cosas provienen de la restimulación de engramas.

En cualquier ocasión en que el cuerpo quede "inconsciente" sin dolor físico, no importa lo leve que sea el grado de "inconsciencia", aunque solo se trate de algo tan ligero como el cansancio, puede restimularse un engrama. Y cuando la inconsciencia se complica con un nuevo dolor, se forma un nuevo engrama que puede reunir con él a todo un montón de viejos engramas que hasta entonces no se habían restimulado.

Tal engrama tardío sería un engrama de cruce, ya que cruza cadenas de engramas. Y si un engrama de este tipo diera como resultado la pérdida de la razón, se llamaría engrama de brote.

Hay algunos aspectos de diversas "inconsciencias" por drogas que han causado gran perplejidad en el pasado. Las mujeres psicopátican con frecuencia sostienen, después de despertar de un sueño causado por droga (y a veces de un sueño hipnótico), que han sido violadas.

Los hombres, por su parte, a veces relatan que el operador ha tratado de realizar un acto homosexual con ellos mientras estaban drogados. Pese a que ocasionalmente ocurre que la gente es violada después de haber sido drogada, el  mayor número de estas afirmaciones es meramente un aspecto del mecanismo de la restimulación.

La explicación es que cualquier niño ha pasado por la molestia prenatal del coito. A menudo, además de la pasión, estuvo presente otra, la emoción violenta. Tal engrama puede permanecer fuera de circuito durante años hasta que la "inconsciencia" por drogas, o algo por el estilo, lo activa.

El paciente se duerme sin un engrama restimulado; se despierta con uno. Él trata de justificar las extrañas sensaciones que tiene (y los engramas son cosas sin tiempo, a menos que estén debidamente dispuestos en la línea temporal) y sale con la "solución" de que le han debido violar. Las violaciones en la infancia rara vez son la causa de la aberración sexual. La restimulación del engrama de la violación lo es.

Cabe señalar que en Dianética la "línea temporal" es el lapso de tiempo del individuo desde la concepción hasta el momento presente, en el que se encuentra la secuencia de los acontecimiento de su vida.

Uno mira a los candados que hay a nivel consciente y ve tristeza, angustia mental e infortunio. Algo de la experiencia que hay ahí parece ser tan terrible que ciertamente debe causar aberración. Pero no lo hace. Los seres humanos son criaturas duras y resistentes. Estas experiencias a nivel consciente son, como mucho, solamente señales indicadoras que conducen a la base real de los problemas, y ésa no es conocida de ninguna forma en detalle por la persona.

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