El presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, y el ministro de Transportes, Carlos Paredes, supervisaron la ampliación del aeropuerto internacional “Alfredo Rodríguez Ballón” en Arequipa y dieron inicio a la operación de las mangas. Los acompañaron Carlos Vargas Loret de Mola, presidente de Aeropuertos Andinos del Perú (AAP), y Ezequiel Barrenechea, director de APP y representante de Corporación América.
El remozado aeropuerto cuenta ahora con dos salas diferenciadas de embarque y desembarque para vuelos nacionales e internacionales. Para optimizar el tiempo en la partida y llegada de pasajeros, se ha modernizado la zona de check-in y se ha instalado una sala para revisión de equipaje. Los pasajeros embarcarán por el segundo nivel, a través de puentes de abordaje. Las mangas no solo mejoran la seguridad de las operaciones aeroportuarias, sino también permiten un acceso rápido y cómodo al avión, aún en condiciones meteorológicas adversas.
El proyecto de modernización y remodelación de dos niveles ha contemplado la ampliación de 2,200 m2. Es decir, ahora cuenta con un área total de 6,600 m2. La inversión total para todas las obras del aeropuerto incluyendo la inversión para las mangas, asciende a S/. 64 millones. El aeropuerto ha sido optimizado tanto en infraestructura como en equipamiento, dotando a la terminal de ascensores y escaleras eléctricas y un nuevo sistema de iluminación que permite un óptimo aprovechamiento de la luz natural. En el interior del aeropuerto, se han ampliado los baños para permitir su uso por personas con discapacidad. Se han adquirido 144 butacas adicionales, contando con un total de 250 butacas. Se han construido 9 counters nuevos para el chequeo en las aerolíneas con sus respectivas balanzas. Se han adquirido 120 coches portaequipajes. Se han instalado dos mangas para el abordaje de pasajeros, marca Thyssen de última tecnología.
02:17 PM - 19/11/2013 - {0} -
Serían 36 lotes con viñedos y espacio para casas en terrenos de la Bodega NQN.
Junto a la familia Viola, fundadora de Bodega del Fin del Mundo, venderán lotes con viñedos a u$s 350.000 para los amantes del vino. Ofrecen su know how y canales de venta
Bodega de Fin del Mundo, del empresario Eduardo Eurnekian y la familia Viola, su fundadora, acaban de lanzar el primer emprendimiento inmobiliario patagónico con viñedos, donde los socios pueden hacer sus propios vinos junto a la empresa.
Así, el proyecto neuquino Clos del Fin del Mundo se suma otros countries de vino lanzados desde 2008 en Mendoza y Salta, donde los amantes de la “bebida nacional argentina” pueden adquirir lotes entre viñedos, construir su propia casa y contar con botellas propias.
“Mucha gente sueña con ser bodeguero, muchos famosos tienen su bodega o vino. Decidimos abrir las puertas de la bodega para los amantes del vino, ofreciendo nuestro know how, poniendo a disposición de los inversores que adquieran un lote a nuestros agrónomo, enólogo y facilitando canales de venta y contactos en el exterior, cosas que serían imposibles de realizar de forma independiente sin desembolsar muchísimo dinero”, comentó Julio Viola, presidente de Fin del Mundo y creador de la bodega, en 2003, en San Patricio del Chañar, Neuquén. En 2009, se asoció a Eduardo Eurnekian, en partes iguales, y en enero de 2012 compraron la vecina bodega NQN.
El nuevo proyecto, ubicado en un terreno contiguo a los viñedos de NQN y Fin del Mundo, consiste en vender 36 lotes de tierras de 3 hectáreas cada uno, de las cuales 2,5 ha. tendrán viñedos, que ya se empezaron a implantar. El resto del terreno quedará libre para construir una vivienda y su parque.
Para realizarlo, están invirtiendo u$s 10 millones, cifra que incluye la plantación de viñedos, los servicios comunes (canchas de tenis, sendero ecuestre y caballerizas, granja y huerta orgánica, entre otros) y la ampliación de las bodegas, ya que Fin del Mundo, con 9 millones de litros de capacidad, y NQN, de 2 millones, trabajan al máximo. El predio ya cuenta con una posada, que pueden usar para invitados, restaurante y salones.
“Cada lote se vende a u$s 350.000, pero ofrecemos 10% de descuento para los primeros 10 lotes que se vendan. Se pagan en pesos al tipo de cambio oficial, con u$s 50.000 de adelanto para reserva; luego se completa un 50% del valor y el resto puede pagarse en cuotas hasta en un año de plazo”, precisó Viola.
Se estiman unas expensas de u$s 5.000 anuales los primeros años por hectárea plantada y de u$s 7.000 cuando las uvas ya se cosechen. “Mientras los viñedos crezcan, pueden comprarnos las uvas a nosotros. La idea es que puedan cubrir los gastos con las ventas de sus uvas o sus vinos, a los que pueden poner su nombre, con el respaldo de Clos del Fin del Mundo debajo”, dijo el empresario. Incluso, si lo desean, el mismo Michel Rolland puede hacer el corte de su vino, previo pago extra, claro.
Los socios no dieron la comercialización de los lotes a un tercero, sino que eligieron hacerla directamente ellos. “Queremos conocer a los potenciales compradores, ver si comparten la misma filosofía sobre el vino. Además, como trabajarán con nosotros, nos acompañarán si quieren a ver clientes en el exterior o a visitar bodegas en zonas como Bordeaux, Napa o La Toscana, es importante conocerlos”, destacó Viola, que confió en vender los lotes en menos de un mes. “Recién presentamos el proyecto y ya vendimos cuatro, dos a inversores neuquinos y dos a porteños, comentó.
09:41 PM - 16/9/2013 - {0} -
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