| BALADA PARA UNA GAVIOTA (MUERTE DE UNA HEROINOMANA)Fuiste princesa de una casa bien; la únigenita mimada y deseada de una familia de dinero; todos tus sueños e ilusiones al segundo eran realizados sin si quiera mirar su precio; pero tu te sentias prisionera encerrada en tu preciosa jaula de oro, zafiros y diamantes. Un día quisiste probar algo nuevo que te hiciera alcanzar esa Libertad que tu tanto estabas ansiando; y pensaste que lo habias encontrado al sentir como un loco Caballo con alas galopaba, sin freno, por tus venas. El té elevo hasta el cielo, té hizo besar las estrellas llevandote a su paraiso; pero no quisiste darte cuenta de que solo eran un espejismo y te precipitaste al vacio Balada para una gaviota que, buscando Libertad, dejó comodidades y riqueza para mendigar en una esquina Cuando, al final, descubriste que, en realidad, te esclavizaba quisiste dar marcha atrás; pero tu billete había caducado y, con las venas quemadas, no podías volver al camino; estabas al borde del abismo y, con los ojos vendados, caminabas hacía tu fin. Ya todo cambio para tí; pues solo podias subsistir a expensas del siguiente pico; eras una marioneta sin cuerdas, una barquichuela que zozobra acosada por la fuerza del temporal. Y, una noche, te pasaste; te metiste más de la cuenta y, a tu vida, pusiste punto y final en un sucio y lóbrego callejón con la jeringuilla tatuada en tu brazo y el alma galopando entre nubes 
 
 
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