Maria Nela DOMBRONSKY

Descripción

PARA COMUNICARNOS A TRAVES DE LA PALABRA, DE LAS IMAGENES, DEL CINE, DE LA MUSICA. PARA REFLEXIONAR, APRENDER,PENSAR, JUGAR, CRITICAR Y ANALIZAR. PARA UN RECREO, UN RE-CREO Y VUELVO A CREER, PARA UN RE-CREO Y VUELVO A CREAR.


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Acerca de "SPIDER"

Les contamos lo que "VIMOS" y nos despedimos
hasta el 2008 con el "VEREMOS"

"SPIDER"


Araña, que teje la telaraña. Desde niño gira su vida en torno a esta telaraña. Por ser un niño de 8 ó 10 años de edad, se hubiese esperado que tuviera amigos, que jugara, que riese, que expresara sus sentimientos, pero no!. Sólo mira, observa y vive pegado al mundo de su madre, quien lo maneja y dirige, a lo que él responde cual un niño mucho más pequeño, tal vez de 2 ó 3 años. Apéndice de su cuerpo, ni siquiera objeto de desecho, ni pensar que ocupara el lugar de objeto del deseo. Apéndice del cuerpo materno que no permite  la injerencia paterna, como en la escena donde el niño estando en la mesa, hace ruido al comer y el padre lo mira para reconvenirlo, pero no puede pues la madre ordena al padre ; "no le digas nada". No puede ingresar el padre que nomina, que da consistencia a la subjetividad.  En cambio, el significante que lo representa deviene del lado materno, "araña", que simbólicamente representa el órgano sexual femenino, vagina, agujero de su cuerpo. Ni siquiera le dice "tesoro" o "bichito", o lo que sea; objetos separados del cuerpo materno, lugar del que se saldrá con la injerencia paterna.  !Acá no ! Queda el niño como apéndice de la madre y esto devendrá en una estructuración psicótica al modo esquizofrénico, con alucinaciones y anomalías en el lenguaje. Para el psicótico las palabras son plenas y significan exactamente lo que dicen. Así en un momento la madre le dice ; "ve a buscar a papá, que la comida ya está en la mesa", y el niño responde; "no, la comida no está en la mesa, las estás preparando". El psicótico está en el lenguaje pero no en el discurso, no puede llegar a manejar el sentido metafórico de las palabras. Quisiera poder salirse de esta telaraña en la que se encuentra. Hace llamados desesperados al padre, lo alucina matando a esta madre total y absoluta que lo enreda en su telaraña. ¿Acaso todo eso que escribe no son intentos de recordar y registrar lo acontecido? ¡A quién, para quién? a la ley del padre, al único que puede hacer algo. Ley del padre que rescata y subjetiva. Pero no puede, escribe sólo garabatos, marcas, huellas de su encuentro con el goce del Otro. Son sólo letras que no llegan a formar palabras, cadenas significantes.
Araña que lo representa y que en su telaraña lo enreda, y que puede ser engullido. Sin embargo es este significante el que le permite deshacerse de esa mujer deseante  (la madre en su versión de prostituta)
que puede engullírselo en su eterna insatisfacción, ya que fue siempre fallida la intervención paterna para poner límites; incluso alucinar su actuación no sirvió, sólo le cupo, no deshacerse de ella al modo neurótico, en el atravesamiento del complejo de Edipo, sino matarla en lo real. Pero, como no se tiene de ello registro en lo simbólico, esta mujer siempre volvía en sus alucinaciones, en cada mujer que se le cruzaba.
Pareciera que en este recorrido por su pasado, algo se elaboró, ya que al final él logra ver la realidad, lo que realmene sucedió. Entonces, esto podría ser indicio de que podría asumir su historia y tal vez pudiese hacerse cargo de sí mismo.

Ps. Ma. N Dombronsky
Cel: 55 13 725 065


Publicado: 11:54 PM, 3/12/2007
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