Vida ajena es mi camino
Vida ajena es mi camino
en amores y otros menesteres,
deambular es mi sino
más las arrugas empiezan a poblar
el rostro del chico animoso
que nunca dejaré de ser.
Entre quietud, melancolía y esperanza
Entre quietud, melancoía y esperanza
yacen mis días a la luz del estío
dorado y púrpura de mi ciudad.
Pasto de sueños, adorno de inquietudes
es la lánguida espera de mi vida
trazos de luces difusas e inconexas
desparramadas en el lienzo notrial
del cuadro de mi existencia,
desorden de colores grisáceos y dorados,
ráfagas ambarinas de mi fugaz huida
que contornean mi cuerpo
y graban mi espíritu de forma indefinida.
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