Dios mío, dame fuerzas para que las dudas
Dios mío, dame fuerzas para que las dudas
no quebranten la certeza de una posterior vida.
Dios mío, noto decaer mi animo y vacilar mi voluntad,
porque nunca entenderé la muerte de mi padre,
la desaparición de su ser en un instante.
Donde estaba su energía, su ser, su alegría,
su bonachona sonrisa, ¿dónde estaba mi padre?
cuando su cuerpo yacía, como dormido en su propia cama.
Dónde estabas cuándo acariciaba
Dónde estabas cuándo acariciaba
tus manos heladas,
cuándo acariciaba tu pelo
aún sobre tu cama, vestido de gala.
Donde, sé que no
en esa negra vasija
donde tus cenizas descansan,
sé que no en la nada.
{ Página Anterior } { Página 31 de 35 } { Próxima Página }
|