Carta que el Sr. ................remitiera a sus compañeros de promoción del Colegio Militar de la Nación.
................en el Africa del apartheid, un negro que andaba en su auto por los barrios de los blancos cometió una infracción de tránsito. Fué apresado y llevado ante un tribunal de Justicia y condenado. La pena consistía en luchar de igual a igual con un león. Ambos debían ayunar durante dos días, antes del combate. Cuando llegó la hora, el negro fué llevado al estadio de los blancos. Fué atado (se le dijo q' era una precaución para q' no resultara lastimado el león). Luego se lo introdujo al negro en un pozo, sobresaliendo únicamente la cabeza. El león, feróz y hambriento, fué soltado.
Arremetió contra el infractor y en la primera pasada le arrancó una oreja; volvió a la carga, hecho agua a la boca, en la segunda arremetida le arrancó al negro la nariz y un trozo de cara; cuando encaró la tercera embestida, el mortificado negro lo vió venir, lo midió e hizo un movimiento evasivo con la cabeza, logrando morderle fuertemente los huevos al león. De las tribunas surgió un alarido histérico: "¡peleá limpio, negro hijo de puta!".
La historia del negro y el león viene a cuento. Resulta que, luego de treinta años, el enemigo con ropaje cívico nos apresa y nos dice.................(sic)
Quien relata la historia termina su carta con una interesante pregunta, la cual es bueno recordarla : " ¿No habrá llegado la hora de morderle los huevos al león ??? |