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Publicada por: Gisela | Avila, España | 9 de Septiembre de 2012 | 11:10 AM
Últimamente miro mas al cielo
Últimamente miro mas al cielo Y te busco abuelito, te busco entre las nubes, entre los pájaros, en las estrellas por las noches, y no te veo y es que me cuesta creer que no volveré a verte, que iré a ver a abuelita y tu no estarás en el salón, que no podré ya quitarte las sillas de entre las manos para que no tropieces y te caigas, esas manos que tanto recuerdo, echaré de menos tararearte un pasodoble para que se te ilumine la cara y bailes, esos gruñidos y ruidos que hacías cuando veías a alguien en la tele o en una foto y cada beso que pedías, que pena que no te los pueda volver a dar y sentir tu barba, que era fuerte, como tus manos, como tú. Y es que estos días mi cabeza revive cada momento que viví a tu lado, recuerdo como sacabas de las jaulas las crías de los conejos y me dejabas cogerlas, a pesar de que la mama te pudiese morder, solo para que yo disfrutase por un minuto de tener algo tan pequeñito en mis manos, y al momento me lo quitabas y me explicabas que sino la mama ya no les querría, y acompañarte a buscar los huevos de las gallinas, solo tu sabías donde los escondían, recuerdo que siempre me decías que tuviese cuidado y no me subiese al tractor, que me podía caer y hacer daño, te recuerdo por las noches sentado en tu butaca leyendo el periódico o haciendo crucigramas, que listo eras, sabías hacer todo y sabías de todo! y yo era tan feliz.... un día, estábamos los tres sentados en el comedor y me dio tal ataque de rías que me caí de la silla, como nos reíamos.....estábamos deseando que te tumbases la siesta para hacerte abuelita y yo todo tipo de peinados estrafalarios con la gomina, también recuerdo un día que me porté mal y tu castigo fue el silencio, que castigo más duro abuelito, vi la decepción en tus ojos, y quizás siempre me costó admitir que no quería terminar la carrera por no volver a ver esa mirada, porque yo se que tú esperabas mucho de mí. Creo que lo que más me impresionó de ti, es tu valentía, no tenías miedo a nada, no había nada que te echase atrás, porque contigo nada pudo abuelito, ni tan siquiera tu enfermedad, porque aunque ya no nos reconocieses tu cara cambiaba cuando nos veías entrar por la puerta, y es que tu corazón nos quería aunque tu cabeza nos hubiese olvidado, asique gracias abuelito, porque tú me enseñaste a levantarme cada vez que algo me golpeaba y me caía. Que ingenua soy, siempre pensé que estarías a mi lado toda la vida, nos pensamos que las personas con las que crecemos siempre estarán ahí, y no es así,, intento entender porqué, porqué una persona tan buena como tú ya no está, significaste mucho para mí. Quiero que sepas que te quiero tanto que me duele, porque para mí fuiste mi abuelito, mi padre, mi profesor, todo abuelito, lo fuiste todo. Que orgullosa estoy de ser tu nieta, la nieta de Teodoto. Asique solo me queda decirte gracias por estos 27 años que me has dejado pasar junto a ti y que cuides de abuelita igual que cuidabas de ella cuando erais pequeños, la cogías de la mano y la llevabas a la puerta de su casa para que no la pasara nada, sigue haciéndolo abuelito, porque quiero volverla a ver reír algún día, yo seguiré cerrando los ojos para poder sentir el tacto de tus manos entre las mías. Últimamente miro más al cielo, pero no te encuentro abuelito, y ahora sé porqué y es que no estás en el cielo, estás en mi corazón.
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