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Publicada por: Rose C. Patrickson | Merida, Mexico | 22 de Deciembre de 2010 | 6:04 PM
¿Qué es el Amor?
¿Qué es el amor? Cuando empecé a escribir esta carta, me dije: “yo puedo escribir una definición de amor que será leída en todo el mundo”. Muchos diccionarios definen el amor de mil maneras, pero ¿alguno de ustedes entiende esas incoherencias? Empecemos mejor por lo más sencillo.
Recuerdo mi primer beso: tenía nueve años, y esa persona me miró a la cara y me dijo: “te amo”; luego, pegó rápidamente sus labios a los míos y por los tres segundos más graciosos de mi vida se quedó ahí, con el pico parado, mirándome y sin decir nada. Después de eso, pasaba todos los días frente a mí en el colegio como si nunca hubiera pasado nada; así que aquel te amo se había perdido en alguna parte junto con mi tarea de matemáticas. Todos creemos que el primer beso es sinónimo de amar, pero esas maripositas que rebotan en nuestro estómago cuando miramos a aquella persona que nos gusta deseando un beso suyo para saber qué se siente besar pueden significar dos cosas: o estamos enamorados, o el almuerzo de mamá nos dio diarrea. Para conocer la gran diferencia, se necesita un poquito más de experiencia.
¿Cómo sé que estoy enamorado? Muchas personas entran en nuestras vidas y no ponemos mucha atención. De hecho, a veces nuestra alma gemela pudo haber entrado un día al lugar en el que trabajamos, con una sonrisa enorme, y no nos daríamos cuenta sino hasta tres años después cuando esa persona de pronto nos abraza tiernamente, y con timidez nos da un beso rápido e inesperado, riéndose un poco, para que después terminemos contando los cincuenta y cinco besos cursis de piquito que nos damos en menos de diez minutos antes de que, por fin, nos bese suave y románticamente, como nunca nadie lo había hecho. Podrían estar escondidos en el patio de algún amigo con una persona completamente normal, y sin esperarlo, esa persona los abraza fuertemente y les dice: “te quiero mucho”. Y la mejor parte llega cuando de pronto, para nuestra sorpresa, nos encontramos ahí, con esa persona, en un parque por la noche, besándonos sobre el suelo. Entonces, ¿el amor es sólo acerca de besos? Por supuesto que no.
¿Han oído a los novios decir “hoy cumplimos un mes”? El primer mes siempre es crucial; es como los XV años, con un vals y un gran pastel: no sabemos por qué ese cumpleaños es tan especial, pero para la quinceañera es el mejor día de su vida. El primer mes de ser novios es algo especial, y siempre está lleno de sorpresas: algunos regalan rosas; otros, chocolates. Cuando le pregunté a un amigo qué había hecho él para su primer mes con su novia, él me contó: “Lo primero que hice fue pegar unas notas en el parque al que siempre íbamos, para señalarle por dónde debía ir; después, envolví unos kisses (chocolates) con pequeñas notas de amor que ella tenía que leer mientras se los comía, e hice un camino con esos chocolates que la llevarían a un enorme kiss (chocolatote) que colgaba en el aire, de un tubo, con una nota en la que le decía lo mucho que la amaba y le agradecía aquel mes tan maravilloso. Ella llegó, siguió el camino, y al final, llegó a mí con lágrimas de alegría en los ojos y me dijo que nunca nadie había hecho algo así por ella antes, y que me amaba muchísimo; después, me besó.” ¡Aaah…! ¡Qué romántico! Perfecto para una novela, ¿no lo creen así? Hacemos locuras por las personas que amamos: comenzamos con pequeños chocolates; después, les ponemos crédito a su celular para así mantenernos comunicados; luego, canciones, discos con canciones que nos representan; para su cumpleaños, un bonito peluche, y así seguimos llenándolos de regalos hasta que nuestras carteras se quedan vacías. Entonces, ¿el amor es sólo regalos? No lo creo.
“¿Por qué no responde mis mensajes?”, “¿Por qué tarda tanto en llamarme?”, “¿Por qué no contesta mis llamadas?”, “¿Estará bien?”, “¿Pasó algo malo?”, “¿Se habrá enojado conmigo?”, “¿Ya no me quiere?”, “¿Me odia?”. Ésas son las clásicas preguntas que nos dan vueltas en la cabeza cada vez que nos sentamos frente al celular esperando a que suene y que sea esa persona quien llama pero pasan tres horas y no llega nada… una bonita forma de torturarnos a nosotros mismos. Nos asustamos, nos ponemos nerviosos, frustrados, alterados, y nos desesperamos tanto por una sencilla razón: amamos tanto a esa persona y la extrañamos tanto que nos basta con un simple mensaje que diga “Tranquilo, estoy bien” para derretirnos con una sonrisa boba sobre el suelo y saber que aún nos ama. Por eso le llamamos todo el día preguntando como está, le preguntamos mil veces si aún nos ama, le decimos mil veces lo mucho que lo amamos (como si lo fuera a olvidar), su celular no deja de vibrar por todos los mensajes que le enviamos, y además de todo, un día descubres que has llenado tu celular con 374 mensajes sólo de esa persona. Entonces, ¿el amor gira en torno a los mensajes, las llamadas y las palabras? Aún no.
¿Cuántos de ustedes han visto la película de Titanic? Recordarán aquella canción, la música tan romántica que sonó durante gran parte de la película, ¿no? Bueno, pues ¿qué me dirían si les dijera que la primera vez que el amor de mi vida me dio un beso estábamos escuchando aquella melodía? El amor siempre tiene una canción. Cuando caminas por la calle un día cualquiera, escuchas en la radio de algún loco aquella canción que decía “Hey, Hermana del Alma” y lo primero que aparece en tu mente es el rostro de esa persona especial, estás enamorado. Los novios encuentran de alguna manera canciones especiales que los representan, como la melodía de su primer beso, o algunas otras canciones que a él o ella le gusta escuchar mientras se abrazan en la noche, ¿o me equivoco? Repentinamente, lees esta carta y piensas en esa persona especial a la que ignoras cuando te habla en el Mesenger porque tus padres andan cerca, como si esta carta estuviera escrita para ti; casi puedes jurar que han descrito con lujo de detalles todo lo que te ha pasado a ti. Comienzas a recordar todos esos momentos hermosos que pasaste a su lado, como aquellas noches en las que paseaban en su bicicleta por la ciudad, a pesar de que a tus padres no les agrada aquella persona. Piensas entonces en todos los besos que se han dado, en sus mensajes, sus llamadas, los chocolates y discos que te regaló, las canciones que los representan, la canción que te escribió, y todos esos pequeños regalos que te dio, ya sea por su primer mes, por tu cumpleaños o por Navidad. Vuelves a vivir tus alegrías a su lado, sus tristezas, las veces que lloraste por él o ella, y las veces que esa persona lloró por ti... Y te das cuenta... por fin te das cuenta de que encontraste a la persona más especial e importante de tu vida, y que esa persona, que vive a sólo unos pasos de ti y que se muere por verte o encontrarte algún día en la calle por casualidad aunque sólo sea un instante, espera pacientemente a que tú llegues con los brazos abiertos y le digas “te amo”, así como ha esperado todos estos días junto al buzón por si una carta tuya aparece, o junto a su celular por si acaso tú por fin decides llamarle o enviarle un mensaje. Es en aquel momento que entiendes que alguien te ama, y que podrías ignorarlo y arrepentirte toda tu vida por haber despreciado a la mejor persona de tu vida, o podrías mirar en tu corazón y dejar de engañarte a ti mismo: amas a esa persona, lo sabes, y la has amado desde el momento en que te diste cuenta de que no muy pocas personas en este mundo son capaces de ver todas las cosas buenas que hay en ti y que esa persona podría dar su vida por ti tal como hasta ahora ha dado todo lo que tiene por hacerte feliz. La única persona que realmente te entiende, que en verdad comprende tu mundo, tus deseos, tus anhelos, probablemente la única que sabe todo de ti y se esfuerza día a día por demostrártelo… Amas todo de esa persona: amas su hermosa sonrisa, su mirada enigmática, su olor y lo sorprendente que esa persona es, con todas las cosas increíbles que es capaz de hacer para llegar a ti, para verte o para enamorarte. Porque el amor, amigos míos, son todas esas pequeñas cosas que se juntan en una sola persona y que nos unen a él o ella sin que nosotros lo hayamos pedido; el amor es todos esos momentos que demuestran que ésa es la persona para nosotros... El amor es algo que sabes que está ahí, sin tener que preguntártelo, y fingir que no existe sería un desperdicio de tiempo.
A veces, el miedo nos hace alejarnos. “¿Qué van a decir los demás?”, te preguntas, y no logras comprender que vale más tener a esa persona a tu lado que mil personas hipócritas hablando mal de ti. Cuando amas a alguien, lo haces todo; haces todas esas cosas locas que no puedes explicar. Cuando amas a alguien, negarás la realidad, creerás en mentiras, y habrá veces en que creerás que realmente podrías volar… pero tus noches solitarias apenas han comenzado. Cuando amas a alguien, lo sientes muy adentro, y nada ni nadie puede hacerte cambiar; sacrificarás, darás todo lo que tienes, sin pensarlo dos veces, y lo arriesgarás todo. Porque el amor, lo crean o no, es la única cosa en la vida que necesitamos para ser realmente felices, pero es algo tan difícil de hallar que quienes lo encuentran deben sentirse afortunados, y el día que lo pierden deberán hacer hasta lo imposible por recuperarlo; sino, ¿de qué serviría todo lo que hacemos por las personas que amamos? Cuando yo comencé a escribir esto, tenía apenas once años, y dejé de escribirlo cuando me di cuenta de que no sabía bien qué era el amor. Ahora, seis años después, encontré a la persona más especial de mi vida, la que cambió mi vida por completo mejor que nadie, y estoy a punto de perderla; la amo como no he amado a nadie, y esa persona me ha amado como nadie me ha amado antes. Daría mi vida por esa persona, y el solo hecho de no estar a su lado me ha hecho muy infeliz. Así que hoy decidí terminar de escribir esto esperando que algún día esa persona abra esta carta, la lea como si nada y mis palabras le lleguen al corazón. Tal vez eso nunca pase; tal vez esa persona poco a poco se olvidará de mí o simplemente no se armará nunca de valor para ir a verme y decirme lo mucho que me quiere... Incluso, tal vez esa persona haya dejado de amarme. Pero si la tuviera ahora leyendo esto, la única cosa que quisiera poder decirle es: te amo, y te agradezco por todo el amor que me has dado.
Para que me entiendan: pueden sentarse y continuar con sus vidas como si nada, o pueden abrir los ojos y ver que, así como esa persona hizo hasta lo imposible para estar a su lado, ahora es tiempo de que ustedes hagan lo mismo, ya sea corriendo a escondidas para verla o escribiendo una carta que difundirán por internet y por todos los medios posibles para ver si algún día esa carta llegará a manos de la persona que más aman en el planeta. Pero eso lo deciden ustedes, pensando si quieren ser amados por toda la eternidad o si prefieren perder lo que podría ser su única oportunidad de hallar al amor de su vida. Recuerden, sino actúan ahora, después puede ser demasiado tarde.
Pocas veces encontramos a la persona correcta, pero cuando ustedes la encuentren les pido como un favor especial que no la pierdan. Disfruten cada momento a su lado, dedíquenle al menos un poco de su tiempo, aprendan a valorarla, y nunca se cansen de recordarle cuánto la quieren. Porque el amor es un regalo que no llega muchas veces en la vida, y si lo pierden, serían muy tontos ya que saben bien que nunca encontrarán a otra persona como esa. Espero no haber decepcionado a nadie, aunque imagino que muchos esperaban leer en estas líneas la primera definición correcta de la palabra amor que habían visto en sus vidas, pero la verdad es que no se puede definir al amor en una carta de dos páginas. El amor se define en cada uno de esos detalles y en esos pequeños instantes que nos hacen ver que nunca seremos más afortunados de tener por fin a alguien que nos ama y nos espera todos los días tan sólo para decirnos con una enorme sonrisa: “te amo”. Con cariño, Rose C. Patrickson. P.D.: Para aquellos que aún no han encontrado el amor, no se preocupen; el amor siempre llega, tarde o temprano. Se los dice alguien que toda su vida pensó conocer el amor, pero ahora lucha por no perderlo.
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