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Alimentación y Covid en la empresa: lo que la pandemia nos cambió

Por Nicolás Peria, socio director de Gama Gourmet.

Las rutinas cambiaron para todos. De pronto, aquello que veníamos haciendo como normalidad, se trastocó. En los comienzos quedamos atónitos, sin la capacidad de responder y resolver a esas modificaciones que nos dejaban detenidos.

Pensando ilusoriamente que se trataría apenas de algunos días, pusimos en stand by la vida personal y la corporativa. Muchos tomaron los primeros tiempos como vacaciones. Sin embargo, a medida que la situación se extendió y complicó, hubo que despertar a la fuerza.

En los espacios empresarios, los terrenos ganados debían ser reconquistados. En cuestión de gastronomía, los dilemas fueron muchos.

Por un lado para algunas compañías la dotación del almuerzo o colación forma parte del salario. Para otras implica una arista de programas de fidelización. Para algunas más es parte central de su compromiso con la salud del personal. Existen casos donde las prestaciones alimentarias son indispensables por la localización de la empresa o las situaciones de turnos y producción de servicios y/o artículos.

Las prestaciones in house pudieron continuar en muy contados casos. Pero aún así, la operatoria debió reenfocarse bajo el prisma de protocolo Covid.

En un frente opuesto, emergió como nunca antes y en apenas unos días, los sistemas de teletrabajo que demostraron que se transformarán en permanentes. Para gran parte del personal significa ahorros de tiempos y gastos, eficiencia en la tarea y un balance calidad de vida/familia que no estaba en su horizonte anterior.

En medio de ello queda la alimentación que la empresa estaba habituada a brindar a su gente. Las políticas de fidelización y acompañamiento del personal continúan. Los equipos de trabajo no se han dispersado, de hecho, deben ajustarse aún más en virtud de la distancia. La provisión de los alimentos permite ahondar en el víncuo profesional, despejar las interrupciones para prepararse algo, reducir las distracciones, asegurarse una ingesta blanceada, puede incluir al grupo familiar que está en casa, reduce las preocupaciones, brinda organización interna en los momentos de demanda laboral, simplifica la gestión del almuerzo y/o las colaciones, se puede programar para armar un menú una vez a la semana y que se distribuya en esas condiciones, con la habilidad de almacenar en casa de manera segura gracias a la preparación y envasado de alta gastronmía.

A pesar de la pandemia las pymes se han ajustado en materia de provisión alimentaria, avanzando con más flexibilidad de las grandes empresas en adaptarse en el modo de hacer que su gente siga siendo parte y no pierda el sabor a equipo.