Comiendo por la causa

Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

La ruta de la comida peruana sigue derramándose por el mundo. La muy exigente puesta de La Causa Nikkei la despliega con riqueza.

Aquello de que la primera impresión es la que cuenta, a ojos vista, es cierto. Una luminosa sorpresa se esconde detrás de una rústica y pequeña puerta marrón. Ha de ser, quizás, el marrón el menos marketinero de los colores? Aquí resulta de maravillas… aquello que se esperaba sombrío y pequeño, termina siendo un baño de colores, ni bien se cruza la puerta, con una excelente decisión en la puesta de una mampara de botellones estilo damajuanas, repletas de aguas de los más bellos tonos: turquesas, fucsias, verdes, amarillos, violetas, azules… ese prisma golpea y promete.
El salón invita a disfrutar de su luminosidad intensa, pero medida. Con un verde bien ganado al ventanal lateral y, siempre, los tonos clave haciéndose presente. Una mixtura que se revela en su cocina de fusión con clásicas recetas peruanas junto a los sabores de la milenaria cocina japonesa, teniendo como resultado reversiones únicas en su estilo con platos coloridos, exuberantes y abundantes a precios accesibles, que hacen olfatear antepasados de las cartas de la mítica Lima.

La esencia es el motivo
Lucas López Dávalos, bartender, aporta la inspiración para los tragos, siempre originales aún desde el nombre:  Por la Causa (Pisco o Vodka, jugo fresco de pomelo, licor de Cassis y almíbar de maracuyá), Pisco Punch (Pisco Control con Mistral, almíbar de piña y pomelo rojo) o  el Chilcano (Pisco Gingerbeer hecho en casa, jugo de limón y soda, también con la opción de pomelo, pepino, picante o menta). Los amigos pueden optar por las jarras para compartir con opciones como: Asu Mare (gin, bitter, tónica, pepino, almíbar y rodajas de pomelo), Sangría Nikkei (vino Cafayate malbec, vino de ciruelas, pisco, almíbar, pomelo, frutos rojos, y frutas de estación) o Clericó La Causa (vino Cafayate Cosecha Tardía, ron añejo, naranja, frutos rojos, cedrón y frutas de estación).
La carta tiene una elaboración detallista. Se la ve simple, con todo aquello que un amante del estilo culinario quiere probar, pero
Dangelo De La Cruz, el cocinero limeño a cargo, ha sabido darle un giro personal y moderno. Sus piqueos invitan con Chicharrones de calamar, tequeños (empanaditas soufflé de queso fresco peruano acompañados con crema de palta) y la Jalea de mariscos (mariscos marinados estilo criollo, con salsa tártara y ensaladita criolla peruana y crema de palta).
El desarrollo de marca atraviesa el menú con Las Causas,  6 variedades una más interesante que la otra. Pero no falta la versión propia del sushi, los ceviches y los tiraditos.
Para dar nombre a las opciones de sushi se reservaron localidades de Perú: Máncora (langostino salteado, palta, cubierto de pescado blanco, jugo y ralladura de limón y cilantro) y  Kanka (relleno de pescado blanco empanizado y palta, cubierto en palta y salsa acevichada) son dos de las varias posibilidades.
Los clásicos lomo saltado y ají de gallina saben a las calles de Lima. No faltan el suspiro limeño y la torta de tres leches, dos clásicos que se cuecen en todas las cocinas vecinas a El Callao.
Una experiencia completa, con una carta profunda que deja satisfcecho al comensal y con la inquietud de volver a probar otras opciones. Nada mejor se puede pedir a un restaurante: no que vayas, sino que vuelvas.