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El paraíso colorado


Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello



Hasta no hace mucho Misiones era Cataratas.
Dos o tres días alcanzaban para admirar ese espectáculo natural, declarado en 1984 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y considerado una de las Siete Maravillas del Mundo.
Sin embargo, la Reserva de Biosfera Yabotí, los Saltos del Moconá, el Museo Horacio Quiroga y las ruinas de San Ignacio y Santa Ana, son apenas algunas de las ideas que propone el destino.
Awasi, en particular, propone encontrarse con Iguazú abriéndose paso sigiloso entre la selva.
“Este no deja de ser un destino masivo por la convocatoria que atraen las cataratas”, explica Paula Bertotto, jefa de Excursiones y guía del hotel Awasi-. Nuestra propuesta es innovadora porque buscamos experiencias de gran exclusividad: sentirnos solos en el medio de la selva remando por un arroyito sin cruzarnos con nadie”. 
Una falla geológica producida hace 200.000 años dio origen a las Cataratas. En ese momento, el cauce del río Paraná sufrió un importante desnivel que se convirtió en este accidente de losmás maravillosos y caudalosos del mundo, que alberga un salto de 80 metros conocido como Garganta del Diablo.

Esta versión científica tiene su, mucho más romántica, exégesis guaraní. Cuenta la leyenda que los habitantes del lugar creían que en el río Paraná vivía una gra serpiente. Para evitar sus maldiciones, todos los años sacrificaban en sus aguas a una joven mujer. Un buen día, el cacique se enamoró de la elegida, y al tratar de huir con ella, la serpiente arqueó su lomo y partió el curso del río formando la caída.
Al cacique lo transformó en los árboles que se ven en la cima de la cascada y la larga cabellera de ella se convirtió en el agua.
La serpiente se ocultó en la Garganta del Diablo para vigilar a los enamorados. No obstante, muchos creen que en los días de sol, cuando se forma el arcoiris, los amantes se vuelven a encontrar.
Awasi Iguazú está a solo veinte minutos de las Cataratas y cuenta con catorce villas a orillas del río. Allí la propuesta es súper personalizada. “Tenemos senderos dedicados al avistaje de aves, otros a los pequeños detalles –como las orquídeas y hongos–, otros donde abordamos la selva desde una perspectiva más cultural, en los que se revelan las creencias de los guaraníes y sus plantas medicinales. El turista que llegapor lo general ya lo ha visto todo. Es nuestro gran desafío
sorprenderlo y lo hacemos con un sustento científico muy grande”, apunta Bertotto.

Misiones es una de las regiones con mayor biodiversidad del país; por lo tanto, la abundancia de materias primas es enorme.
Entre los ingredientes típicos de la zona se encuentran: pescados de río, mandioca, maíz, cítricos y frutas tropicales como el mamón, la sandía y el mango. Y también la yerba mate que cada vez más se suma a la gastronomía. “En Awasi hacemos un postre con yerba que es súper tentador, aunque debo reconocer que lo que la gente más nos pide es nuestra famosa chipa”, apunta Manuel Agrelo, chef del hotel, y profundiza: “Al estar rodeada por ríos, una de las especialidades de Misiones son los pescados. Esta es una parte importante de la cultura de la región, a diferencia del resto de la Argentina, donde son más
populares las carnes rojas. Y es uno de los aspectos que más sorprende al turista. En la Mesopotamia se destacan el dorado, el pez más rico para mí, también el surubí, la boga y el pacú”.