Empecemos por el pan

Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

La versatilidad es marca del éxito en estos tiempos.  Tribeca preparó ideas con mucha dedicación para vencer el encierro, apostar a nuevos mercados y acercarse a los clientes en tiempos de cuarentena.

El Pan es símbolo de muchas metáforas: es el sustento, la mesa llena, el olor a hogar, lo que acompaña el despertar con energía, se combina amablemente con la comida rápida o con un almuerzo de larga sobremesa, se tuesta esperando con amor la manteca de la merienda o se doblega frente a un chori que lo llena. Es la saciedad de cualquier momento de vacío y el hermano ideal que completa lo que falta a cualquier alimento.
En Tribeca  creen que aunque sea industrial, empezando por el pan y terminando por vegetales y hamburguesas, los alimentos debed ser fieles a su identidad, alimentar honestamente todos eso mitos con algo más que ingredientes. El alimento es el símbolo de lo sano, lo noble, lo bueno, y para que su esencia no se pierda, hay que hacerlo con pasión.

Ahora para todos

Aunque configurada como una distribuidora de alimentos secos y congelados dedicados a abastecer tanto al canal gastronómico como al retail, los tiempos de pandemia la reconvirtieron rápidamente en un espacio apto para el consumo hogareño, gracias a su stock que le permite hacer entregas que no superan las 48 horas.
Panificados, pastelería seca, medialunas y facturas, vegetales congelados, comidas y cápsulas son las opciones disponibles. Panes de molde, empanadas de carne, tartas, donas, alfajores de maicena, chipás y una amplia alternativa en vegetales son algunas de las propuestas ideales para simplificar la vida hogareña en tiempos de confinamiento.
Versatilidad y experiencia unidas para reenfocar cuando el mercado lo requiere, empezando por el pan, y terminando en la cápsula de café.