Eventos corporativos: menos formalidad, más excelencia en todos los pasos

Por Sergio Schettino, creador de www.piuke.com.ar

Al organizar un evento corporativo no hay restricciones de estilo ni formatos, pero la tendencia más firme conduce a eventos descontracturados y con buen ambiente. Cómo lograrlo, es todo un desafío.
Atrás quedaron los tiempos en que los eventos corporativos eran sinónimo de un protocolo tan formal que hasta impedía una sonrisa abierta a la hora de la foto. Ese estilo, que los argentinos tan bien supimos definir como “acartonado” quedó atrás.
Si las celebraciones sociales en general han ganado informalidad y frescura, las fiestas empresariales no se quedan atrás. Sin perder de vista que los eventos empresariales son parte de estrategias comerciales y que, fundamentalmente, se trata de un acontecimiento laboral, los organizadores buscan que sus invitados se sientan cómodos y disfruten a pleno de la reunión.
Los eventos empresariales son cada vez más descontracturados. Innovación, creatividad y calidad resultan los pilares más exitosos para lograr el doble objetivo de que los concurrentes establezcan una buena sinergia con la marca, cumpliendo su rol profesional y al mismo tiempo pasen un momento agradable y relajado.
La propuesta es amplísima. Desde desayunos, almuerzos, after office hasta cenas e incluso fiestas con shows y baile. Si se tiene claro cuál es el motivo de la convocatoria y qué se espera del evento, la elección del formato y la planificación resultan más sencillas.
Para reuniones donde se pretende un ambiente relajado y tranquilo, que dé lugar a intercambios profesionales fructíferos, el after office es el momento más elegido. Se presenta como una opción muy atractiva para los invitados porque no tienen que hacer ningún preparativo extra, ni cambiar de vestimenta, ni disponer de un día especial. Es en cierto modo una prolongación de la jornada laboral, pero también un corte que predispone al encuentro con colegas o gente de otras empresas con los que no se tiene un trato muy frecuente. Propuestas de tragos novedosos, cervezas premium y tapeos acompañados por una música adecuada, logran acaparar toda la atención.
Si se trata de reuniones no tan numerosas, cada vez son más las empresas que se deciden por contratar los servicios de restaurantes “con onda”, de ésos que suman catering de gran nivel, servicio personalizado y arquitectura de diseño.
Brindan, además, la posibilidad de contar con un lugar exclusivo para la reunión, a diferencia de otros sitios donde se desarrollan varios eventos en forma simultánea.
Estos restaurantes, identificados con la cocina de autor o con las tendencias gourmet más interesantes, ofrecen diferentes espacios donde se pueden crear otros tantos rincones, que le dan al evento una impronta “nómade”, que a los invitados les encanta. Pueden ir de un lado al otro e interactuar con distintos grupos, sin obligación de permanecer en un lugar fijo.
Si se trata de días templados o calurosos, las terrazas, con un bar exterior o barras de tragos, se transforman en protagonistas.
El mobiliario, otro factor clave para lograr ese ambiente de calidez y comodidad. Muebles de buen diseño y buena factura, fácilmente trasladables, en colores neutros, son los preferidos. En el caso de los asientos, no hay porqué limitarse a un solo tipo: desde sillas –siempre de noble diseño- hasta banquetas, sofás o camastros, todo contribuye a crear el ambiente apropiado a las necesidades de cada evento.
Y así como no hay recetas ni manuales de instrucción para organizar eventos con brillo y buen ambiente, el after office tampoco garantiza el éxito. La empresa convocante debe tener perfectamente claro cuál es su objetivo y elegir qué tipo de evento le conviene hacer, en función de esas necesidades y de su presupuesto optará por la solución más adecuada: un cóctel más estructurado, una cena, un brunch o un desayuno. El restaurante y los profesionales contratados para llevar adelante el evento se alinean con el propósito de la empresa, porque durante el tiempo que dure la reunión, el evento pasa a ser también suyo. Y todos quieren que resulte exitoso.