Poner ilusión a esta última parte del año es un poder mágico que está en nuestras manos. Decidirlo es crear algo de belleza que reconvierta el ánimo que este tiempo turbulento nos ha dejado. Llenar la Navidad arranca por el continente. Para ello Xmas Bags.
Según la tradición, son ellos los que tiran del trineo. La leyenda dice que son 8: Donner (Trueno), Blitzen (Relámpago o Rayo), Vixen (Bromista, Juguetón, Travieso), Cupid (Cupido), Comet (Cometa, Veloz), Dasher (Alegre, Brioso, Enérgico, Jactancioso, Presuntuoso o Vondín), Dancer (Bailarín, o Danzarín), y Prancer (Acróbata, Saltador, Saltarín o Pompón); y liderados por un reno con la nariz roja llamado Rudolph (Rodolfo); siendo este el último reno en agregarse a la historia.
La historia parece haberse iniciado en 1807 a partir del poema «A Visit From St Nicholas» de Clement Clarke Moore. Rodolfo sería añadido a raíz de la historia que creó Robert L. May Christmas, en 1939. Trabajaba como redactor del departamento de publicidad de Montgomery Wards. Había escrito la historia para su pequeña hija Bárbara.
Sin embargo la idea se supone que tiene origen en una antigua leyenda de la mitología escandinava, sobre el dios Odín, quien montaba un caballo de ocho patas llamado Sleipnir. Del mismo modo, en las primeras historias, Amerigo, un caballo blanco, era el encargado de llevar a San Nicolás y a unos ayudantes llamados Zwarte Piet (Pedro Carbonilla o, literalmente, Pedro el Negro). Tanto el caballo como Black Peter, posteriormente desaparecería de la tradición o se fusionarían.
La leyenda indica que los renos navideños permitirían repartir los regalos de Papá Noel en la noche que va del 24 al 25 de diciembre. Los encargados de su cuidado serían los Duendes navideños.
Los nombres de Rudolph, Donner y Blitzen sería de origen alemán, mientras que los nombres de los otros renos sería de de origen inglés.
Según la tradición, son ellos los que tiran del trineo. La leyenda dice que son 8: Donner (Trueno), Blitzen (Relámpago o Rayo), Vixen (Bromista, Juguetón, Travieso), Cupid (Cupido), Comet (Cometa, Veloz), Dasher (Alegre, Brioso, Enérgico, Jactancioso, Presuntuoso o Vondín), Dancer (Bailarín, o Danzarín), y Prancer (Acróbata, Saltador, Saltarín o Pompón); y liderados por un reno con la nariz roja llamado Rudolph (Rodolfo); siendo este el último reno en agregarse a la historia.
La historia parece haberse iniciado en 1807 a partir del poema «A Visit From St Nicholas» de Clement Clarke Moore. Rodolfo sería añadido a raíz de la historia que creó Robert L. May Christmas, en 1939. Trabajaba como redactor del departamento de publicidad de Montgomery Wards. Había escrito la historia para su pequeña hija Bárbara.
Sin embargo la idea se supone que tiene origen en una antigua leyenda de la mitología escandinava, sobre el dios Odín, quien montaba un caballo de ocho patas llamado Sleipnir. Del mismo modo, en las primeras historias, Amerigo, un caballo blanco, era el encargado de llevar a San Nicolás y a unos ayudantes llamados Zwarte Piet (Pedro Carbonilla o, literalmente, Pedro el Negro). Tanto el caballo como Black Peter, posteriormente desaparecería de la tradición o se fusionarían.
La leyenda indica que los renos navideños permitirían repartir los regalos de Papá Noel en la noche que va del 24 al 25 de diciembre. Los encargados de su cuidado serían los Duendes navideños.
Los nombres de Rudolph, Donner y Blitzen sería de origen alemán, mientras que los nombres de los otros renos sería de de origen inglés.
Importa el contenido, pero…
La costumbre de colocar los regalos bajo el árbol, o darles espacio en botas para que los regalos queden allí son costumbres que tienenn historia y sentido. Las bota de navidad que los niños suelen colgar para llenar con dulces y pequeños regalos tiene su origen en una leyenda de la vieja Inglaterra. Según el relato, hubo una vez tres jóvenes hermanas que no podían casarse porque eran tan pobres que no tenían dinero para su dote. Al enterarse de esta situación Santa Claus decidió ayudar a las hermanas lanzando por el agujero de la chimenea tres bolsas con monedas de oro. Sin querer, éstas cayeron dentro de las medias que las chicas habían colgado del borde de la chimenea para que se secaran. A la mañana siguiente encontraron las monedas y así fue como cumplieron su sueño de casarse.