La búsqueda de la armonía


Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello



Desde el Homenaje a Maillol organizado con motivo del centenario de su nacimiento en el Museo Nacional de Arte Moderno en 1961, Aristide Maillol no se ha beneficiado de una verdadera monografía en un museo parisino. A menudo opuesto a Rodin, Maillol el atemporal desempeñó, sin embargo, un papel crucial en el nacimiento de la modernidad a principios del siglo XX. El Musée d’Orsay le dedica finalmente una retrospectiva, que se centra en el período fructífero y poco conocido de la pre-Primera Guerra Mundial: el gran público está esencialmente familiarizado con las esculturas del jardín Carrousel du Louvre, la mayoría de las cuales están retrasados.
La exposición cuenta con la colaboración de la Fundación Dina Vierny – Museo Maillol, un lugar imprescindible para cualquier estudio del artista. Dibujos y cuadernos de bocetos inéditos ofrecen así una nueva visión de su proceso creativo. Otra asociación excepcional con la Fundación Oskar Reinhart en Winterthur permite presentar por primera vez fuera de la institución suiza, y solo en el escenario parisino, cuatro grandes esculturas de Maillol, incluido el mítico Mediterráneo realizado para el Conde Kessler.
La exposición contiene más de 200 obras: alrededor de 90 esculturas, pero también dibujos, grabados, pinturas y artes decorativas. Se presentan en diálogo con algunas obras de los contemporáneos de Maillol, destacando así los fructíferos intercambios forjados con sus amigos y parientes: Maurice Denis, Auguste Rodin, Pierre Bonnard, Edouard Vuillard, Auguste Renoir en particular. Obras monumentales, colocadas desde la nave de las esculturas, conviven con los dibujos y bocetos preparatorios, para comprender las etapas de trabajo de una artista obsesionada con las posibilidades plásticas del cuerpo femenino. A partir de 1905, declinó un limitado repertorio de formas, persiguiendo una búsqueda de síntesis liberada de toda anécdota.
La exposición sigue un hilo esencialmente cronológico, interrumpido por dos bloques temáticos, «Maillol le Catalan» dedicado a su apego a su tierra natal, y «Modelos», en torno a sus modelos femeninos pero también masculinos, que Maillol necesita como punto de partida antes procediendo a una reinvención, a una síntesis de formas.
El primer apartado trata sobre los inicios del artista, desde la pintura hasta sus producciones de bordado y artes decorativas, ligadas a su interés por la decoración. Poco conocida, esta parte de su carrera, durante la cual observó a Gauguin y Puvis de Chavannes y forjó estrechos vínculos con los nabis, muestra a un artista deseoso de redescubrir los principios de la decoración mural y el gusto por trasladar el motivo a la pintura en diversos medios: el tema de la mujer en las olas es el mejor ejemplo.


El segundo apartado trata de los inicios de Maillol en la escultura hacia 1895. Modela la arcilla y talla la madera, creando primero obras de pequeño formato. Gracias en particular al apoyo del crítico Octave Mirbeau y del marchante Ambroise Vollard, Maillol se hizo famoso y vendió sus esculturas. Los intercambios de obras con Maurice Denis, Edouard Vuillard y Rodin dan testimonio de la red que se desarrolló a su alrededor y continuó a lo largo de su carrera.
El encuentro con el Conde Kessler es decisivo. La exposición presenta en un cara a cara inédito el primer Mediterráneo creado para su mecenas (1905, Fundación Oskar Reinhart, Winterthur) y el segundo encargado dieciocho años después por el Estado francés (Musée d’Orsay). Prohibiendo cualquier búsqueda de expresión, Maillol instaura un nuevo clasicismo e inscribe cuerpos femeninos, de anatomía robusta y sensual, en formas geométricas sencillas.
El tercer gran apartado, “Declinaciones y reinvenciones”, se articula en torno al imponente Monumento a Cézanne, cuyos bocetos y variantes permiten adentrarse en el proceso creativo del artista. La exposición finaliza con una apretada selección de grandes figuras tardías, culminación de un viaje en el que la búsqueda de la perfección formal ocupa un lugar imprescindible.

La exposición está organizada por los museos Orsay y Orangerie, París, Kunshaus Zürich y La Piscine, Roubaix, con la colaboración excepcional de la Fundación Dina Vierny – Museo Maillol, París.

Imagen:
Aristide Maillol
La Femme à l’ombrelle
Vers 1892
Huile sur toile
H. 190,5 ; L. 149,6 cm.
© Musée d’Orsay, Dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt