La unión hace la picada

Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

Como un premio Oscar para los fans de fiambres y chacinados, Agustin Roca, a medio camino entre Rojas y Junín en la provincia de Buenos Aires, reserva para sí la fiesta regional del fiambre casero. Entre ellos Fiambres 383 hace de sus piezas una propuesta delicada e impecable en sabor y textura. Para darse un gustito y sacarle provecho al próximo finde.

Apenas un millar de habitantes se aglutinan detrás de un buen jamón, un tentador lomo feteado o un salame cuyo aroma seduce hasta al más despistado. El 7 de julio de 1888 es considerada la fecha de la fundación de Agustín Roca. El sitio que se ha coronado como el epicentro de la celebración del fiambre artesanal en la provincia que lo cobija. Por iniciativa de un vecino, el señor Luis María Picchi, hace algo más de 25 años, se realizó la primera que luego, gracias a Leonor Luján Palma, pasó a denominarse Fiesta Provincial. En esa oportunidad se unieron en la organización todas las asociaciones del pueblo.
Convocar a todos en una gran mesa, recreando aquellas reuniones familiares que se realizaban al finalizar la carneada para consumir lo que se había facturado, fue una de las motivaciones que impulsaron a ese grupo de roquenses a realizar aquella primera fiesta que reunió a 2.600 comensales. La cena se realizó en los galpones de La Liga Agrícola Ganadera.
Hoy la tradición se conserva y el encuentro tiene lugar en instalaciones del Club Origone cada primer sábado de noviembre. La calidad de los fiambres en Agustín Roca es conocida en su vecina Junín y en la zona, es así que se acercan a participar desde Rosario, Santa Fe, Salta y Buenos Aires.

Las piezas que se exhiben son elaboradas con seis meses de anticipación. Salames, chorizos, bondiola, jamón, son algunas de las exquisiteces que se ofrecen junto al paté y la bondiola asada, conformando un menú que hace las delicias del paladar de los comensales.
En esta localidad el Almacén de Fiambres 383, que llega a Buenos Aires son sus propuestas, propone una fabricación de fiambre casero bajo el concepto artesanal que le pone caricias a cada pieza y sabor único, merced a la idea de darle el tiempo necesario a cada producto, para que haga de sí un lujo para el paladar. Así, el jamón se madura durante 12 meses, se envasa y se deja reposar 6 más. Como un buen vino, llega al plato con sabor único, suave, y color intenso que deslumbra a la vista, seduce al olfato y desmaya al paladar.