Por Gabriela Binello autora de Yoga Personalizado (www.yogapersonalizado.com/).
¿Cuáles son los dos principales ejes del camino del yoga, según Patánjali? [YS.I.
12: abhyāsavairāgyābhyāṁ tannirodhaḥ]. Las “dos piernas” que nos permiten caminar el camino del yoga serían: la práctica (abhyāsa) y el desapego (vairāgya).
La práctica entendida como motor que inicia el movimiento y que, como consecuencia directa, dará lugar a la entrega o desapego. Cuando Patánjali dice “práctica” -en la Carpeta I-, se está refiriendo a ese hábito que solo se enraiza como consecuencia de una ejercitación regular, sin interrupciones, sostenida en el tiempo, con ac- titud positiva y con la creencia de estar haciendo algo bueno para uno mismo [YS.I.14: sa tu dīrghakālanairantaryasatkārāsevito dṛḍhabhūmiḥ].
Bajo estas condiciones de la práctica es posible sostener la transformación que dará lugar a la entrega.
La entrega o renuncia de los frutos de la acción no es una lista de deberes formulados dentro de un dogma. No es posible experimentar entrega con solo leer en algún libro o escuchar a algún “maestro” que me informen que eso es positivo o me traerá ciertos beneficios. Patánjali es claro en esto. Dice que el nivel de entrega más alto no consiste en renunciar al deseo de los objetos y los sentidos sino sentir “no deseo” de manera na- tural, sin esfuerzo (YS.I.15: vitrsnasya es “no sed”, “no deseo”). Patánjali aquí está hablando del más alto estadio de vairāgya, pero podemos tomar nota de que la referencia a ese desapego no incluye una prescripción de tareas y obligaciones sociales, morales, culturales, educacionales, etc. Estas pueden incluirse dentro de la práctica pero la entrega pertenece a otro nivel de conciencia. Es otro tipo de vibración ligada a sensaciones de fluidez, apertura y liviandad.
Es muy común la referencia al desapego dentro del yoga y otras religiones o escuelas espirituales. Normalmente esa referencia está teñida de indicaciones sobre aquello a lo que debo renunciar, si quiero avanzar en el camino.
En el yoga real, Patánjali dice “práctica y desapego, ambos al mismo tiempo”. Tarde o temprano, la práctica que viene desde una conexión y decisión profunda e íntima resultará en desapego. Este es uno de los sūtras más reveladores porque, más allá de definir los ejes, también nos da la pauta de estar -o no- recorriendo el camino del yoga. Aún siendo estrictamente vegetariano, practicando clases de cualquier técnica de yoga, los siete días a la semana, dos veces por día durante muchos años, si cada vez estoy más controlador, posesivo, acumulador, rígido y contraído o con miedo (a nivel físico y/o mental), probablemente esté transitando otro
camino…