Naturalizando los jardines

Por Liliana Santarelli, profesora en AJEU (www.facebook.com/amigosdeljardinylaecologiaurbana).


La naturaleza es sabia y tenemos que aprender a sintonizar con su sabiduría. Cuando diseñamos canteros perfectos, donde no queremos que crezca un yuyito, donde plantamos especies exóticas que necesitan poda, mejoramiento del suelo, riego excesivo, no la estamos estamos observando. Cuando comenzamos a comprender sus procesos, sus tiempos, sus ciclos, cuando realmente nos inspirarnos en ella, cuando la escuchamos es precisamente en ese momento que podemos diseñar en sintonía con lo que ocurre en el entorno, de eso se trata el termino de naturalizar los jardines.

Aprender a mirar, a pensar, investigar el entorno entendiendo que cada espacio está inserto en un sistema complejo donde clima, suelo, topografía, flora y fauna funcionan en equilibrio dinámico. El hombre es un elemento más que se debe sumar y no imponer, sin perturbar el equilibrio y para lograrlo hay que recorrer el lugar, tomar notas, observar con rigor, sumar y superar la intuición personal.

El exponente más representativo de la naturalización de los espacios hoy es el holandés Piet Oudolf, él imita la naturaleza y sus diseños se caracterizan por la combinación de ciertos elementos formales con plantaciones silvestres que plantean un exquisito juego de textura y color. Piet tiene la capacidad de crear jardines, que imitan a las praderas silvestres, en ellos prima el ciclo de vida de las plantas en todas las estaciones del año. Su esquema de plantación tiene en cuenta, no solo la belleza, morfología y color de las flores, que combina magistralmente, sino también la estructura y movimiento del follaje. Cada especie y variedad aportará interés en su propia estación, que en muchos casos son casi todas.

Cuando comprendemos que las plantas viven en comunidad, no solo desde el punto de vista estético sino también desde el punto de vista ecológico, comprendemos que hay comunidades de raíces, de insectos y de bacterias y logramos ver el jardín como un todo, no comoplantas aisladas. Entonces Comenzamos a intervenir en forma respetuosa y delicada y así logramos sintonizar con la magia del lugar y dejamos de luchar e imponernos

¿Que logramos con esto? Jardines más acordes con el entorno donde están insertados, que necesitan menos mantenimiento, menos riego, menos fertilizantes, canteros más sueltos más dinámicos, que atraigan colibríes, mariposas, diferentes insectos y todos vivan en perfecta armonía.