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Pasión central

 

Que no falte la fruta y la verdura. Que la riqueza de la mesa no se recienta y que el comercio del productor al consumidor, que siempre te proveyó de lo necesario, te tenga de aliado. Hoy te cuento mi experiencia con Comex Fruticola.

Más allá de los sucesos concretos de hoy, los emprendedores  son los que más dificultades han tenido para salir adelante en estos tiempos de cuarentenas, pandemia, encierros y limitaciones. Cuando se comparte se multiplica. Esa es una de las leyes antimatemáticas que la realidad de hoy nos enseña. En términos personales y de negocios. Encontrar el modo de apoyar a los comercios de siempre, a aquellos que hacen las cosas bien y que se esfuerzan por llevar a sus clientes calidad es un combo excelente que nos va a quedar de costumbre luego de la cuarentena.
Así es como, ahí los que saben de lo suyo y le ponen garra a lo que hacen, cuidados, preocupados por su clientela, sabedores de darte lo mejor y protectores de la calidad de lo que te oferta, están listos para llenar tu despensa haciendo los esfuerzos de estos tiempos que todo lo han hecho más difícil.
En Comex Frutícola ponemos el emblema de los muchos que están al alcance de tu mano, listos para llegar cotidianamente tu casa, haciendo la vida más sencilla a los consumidores, mientras ellos se reinventan, sin romper las creencias esenciales, porque, en definitiva, en términos de frutas y verduras, la calidad, el sabor genuino, el desperdicio escaso y la variedad de la temporada es lo que termina pensando en la dieta de tu familia.

Que alguien te cuide

Pasados de preocupaciones, suponemos que la comida rápida es calórica. Con el proveedor adecuado de productos sencillos, aquellos con los que las abuelas llenaban sus cocinas, organizar tu heladera no es complicado.  En Comex Frutícula le ponen energía a encontrar los mejores productos para que tus comidas sean más sanas.

Son una empresa familiar que en esta pandemia tuvieron que reinventarse. Un emprendimiento que va por la tercera generación y que cuando las bases las hicieron los abuelos, la flexibilidad no es sencilla.
Originalmente cuentan con dos puestos de venta mayorista en el Mercado Central de Buenos Aires, ubicados en la Nave 01 y Nave 06. No solo es un operador oficial, sino que para tranquilidad de sus clientes son un Centro de Reexpedición habilitado por Senasa. Para lograr esto pasaro por varias inspecciones, un estricto control de plagas, limpieza absoluta y personal capacitado por distintos cursos oficiales de manipulación de alimentos.
Esta empresa se mantiene, con mucho trabajo y esfuerzo, en el camino del crecimiento, para poder brindar un excelente trato con el cliente; un servicio en el cual no sea solo un trabajo, sino amor por lo que uno hace.
Al ser centro de Reexpedición, están habilitados para entregar en las principales cadenas mayoristas del país. También cuentan con un sector de la empresa encargada de la exportación a America del Sur, Europa y Medio Oriente.
El servicio no es solo la venta del producto. Sino que reciben el pedido, se encargan de repasar y embalar la mercadería en cajones de plástico (como bramatología lo indica), cargar las camioneta, habilitadas para el traslado de alimentos, para que llegue en tiempo y forma al cliente.
La propuesta a empresas fue un nuevo servicio pensado para el abastecimiento de frutas para los empleados de las compañías, una alternativa que seguramente se reforzará ni bien estos tiempos se acomoden. Para este servicio, se hace un análisis de la organización, se le propone días de entrega, cantidades de acuerdo al volumen de empleados, y formas de entrega (ya sea en bolsa, canastas o cajones). Esto se hace con empleados calificados para el embalado de la mercadería, la selección de las frutas adecuadas según cada estación, y un servicio de entrega a cada distinto sector de la empresa.
Ser para vos
En medio de un servicio súperprofesionl, la coyuntuda los invitó a vender a familias. Primero empezaron con combos cerrados. Pero tuvieron la inteligente flexibilidad de analizar el mercado. Como vieron que la gente quería elegir libremente,  empezamos con la venta según lo que quiere cada cliente.
Una reinvención de una familia joven que reorganizó una unidad de negocios completamente entre la pareja, mientras dos pequeños crecen a la luz de papás emprendedores.
En casa, en tu cocina, le tenés que poner actitud y organización, pero también tenés que tener un socio cercano. Un socio que te acerque el pedido perfecto, esta gente que le pone amor a lo que hace, de esas que entienden que las cosas no salen bien de casualidad. Esos partners que entienden de su trabajo y disfrutan viéndote feliz con lo que te llevaste y sin dudas de volver. Que quien te lo acerque porte sonrisa además de paquete… y si a todo esto le sumás que son justos con el precio, la alianza está cerrada.

Date la oportunidad de encontrar tu socio. Ese que sabe de lo que hace, que lo eligió para sobrevivir, pero también para sentirse satisfecho con su labor al final de cada día. Recordá: juntos siempre es más que solos.