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Ser acción

 

Y cuando uno no lo imaginaba, el mundo se detuvo. Aquello que era ciencia ficción empezó a pasar en la puerta de tu casa y la quietud nos llegó a todos. La batalla emprendedora, sin embargo, no se hizo eco. Así es como Rock & Fer puso marcha firme para hacer que pase lo que deseaba.
La pandemia nos enfrentó a temores de película. A una serie de sucesos de que sólo vimos en pantalla grande y que parecían que iban a quedar allí. De hecho, imaginar al mundo entero guardado en su casa, a tal punto que la fauna empezara a retomar los espacios urbanos como ocurrió, por ejemplo, en los canales de Venecia, era una utopía que de ser vista en un film hubiera parecido exagerada.
Sin embargo, mientras la mayoría de los agoreros de las tragedias esperaban la crisis internacional del lado de las intromisiones digitales, terminó siendo un virus lo que de pronto nos dejó inmóviles.
Cada cual actúo bajo su criterio. Algunos no pudieron reaccionar por un tiempo, hubo quienes creyeron con ingenuidad que serían verdaderamente sólo un par de semanas, otros actuaron con inquietud y se presentaron aquellos que consideraron buen momento este para crear, para hacer salir de este tiempo que parece un páramos, muchas buenas ideas. Algunas adormecidas, otras frescas, como nuevas.
Así fue lo que pasó a Rock and Fer que, nació de la mano de una contadora y una odontóloga como una manera de ponerse creativas en este tiempo donde la vida profesional se puso más compleja.
Con pasión por la moda, en esta época de la vida digital, crearon un interludio interesante, donde proponen una tienda con prendas que curan en una elección armónica para mujeres como ellas.
Propuestas que ya están hechas, pero que, como un títere, cobran vida con sus combinaciones. Hay juego, transformaciones más intensas, reinvención de básicos pero todo siempre rondando la vida casual, con cierto toque sofisticado que le da aquello de habérselo apropiado.
Les dieron espacio a las prendas para todas para que les quepan más sueños, vestiditos que reinvindican la textura para el verano, hay unos prensas que hacen pensar que partiste de la cama pero no son pijamas…
En este tiempo la vida nos enseño a vivir dentro. Fernanda y Natalia tomaron esa idea para emprender bajo el concepto de estar tan bien vestida como para salir si quiero, pero tan cómoda como para quedarme en casa. Este momento nuevo que nos pintó la cuarentena, aquello de pasarla tan bien dentro como fuera, perdiendo un poco el límite del uso de las prendas y aprovechándolas en el «mientras tanto», cuando vivimos soñando en estar mejore, cuando podemos estarlo ahora, en el mientras.