Si Marge y Homero supieran…

Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

Cuando las limitaciones se prolongan y la incertidumbre se apodera del espíritu hay que alimentar alma y estómago con nobleza. No me comas Lisa, lleva años haciendo que lo importante valga más que lo urgente.

Un quince de octubre de hace casi 30 años se estrenó el capítulo que cambió la vida de Lisa Simpson para siempre. La más inteligente de la familia decidió volverse vegetariana en un episodio en el que el ex beatle Paul McCartney hizo una participación especial.
Quién no recuerda la escena de Bart y Homero realizando un trencito alrededor de Lisa al grito de “no vives de ensalada, no vives de ensalada…”. Con gusto por las ironías y apelando a un juego apasionado donde la cocina tiene el corazón latente, el chef Jeremías Leverone dio vida a No me comas Lisa.
Su pasión por la gastronomía nació a temprana edad. Con el paso del tiempo comprendió que su manera de brindarse hacia los demás era cocinando, compartiendo una mesa y una comida, es por ello que decidió transformar esto en una forma de vida.
Estudió gastronomía y se graduó en el Instituto Lycee. Viajó a Europa, trabajando en hoteles en Lyon, Francia, y pudo conocer más sobre su gastronomía y los orígenes que hoy nos marcan culturalmente la cocina de su emprendimiento.
De experiencias, viajes, mucho trabajo y investigación es de dónde emrgen los platos que comparte en su emprendimiento. «En cada creación, plasmo una expresión, una identidad y una forma de empatizar con quien quiera degustar», asegura.

Dar de comer
Aquello que hacía que la mano de la nona se viera en la comida era el alma que se le ponía. En estos tiempos de turbulencia, recuperar esa caricia que contiene angustias espirituales, pero que también reconstruye la fortaleza física, es una sensación buscada y necesaria.
Que el día a día siga transitando con cierta cadencia amorosa en medio de la cuarentena es algo que aporta para sumar espíritu al sacrificio colectivo. No me comas Lisa no improvisó en estos días para subsitir. Tiene la gran ventaja de llevar una conducta de preparación de ideas con mucha dedicación para vencer el encierro sin olvidar el cuidarte.
El proyecto arranca en el año 2014 con la idea de producir y ofrecer algo distinto, focalizados en la calidad de los productos. Todos los que integran el emprendimiento tienen formación gastronómica profesiona. Valoran a las materias primas como reinas de la cocina y enarbolan la bandera del cuidad en los procesos.
No me comas Lisa escocina casera, rica y saludable, No hacemos exclusivamente gastronomía vegana ni vegetariana, aunque tienen variantes aptas.
Su sistema abierto permite elegir la cantidad de platos que se quieren por un precio fijo. Los platos varían todas las semanas y se van personalizando en base a los gustos, necesidades y preferencias de cada comensal. La opción cerrado «a la carta» permite optar como mínimo de 5 platos del menú y pagar por la sumatoria de todos, combunando según los gustos personales.
Lasagna de vegetales, malfattis de ricota y espinaca con salsa de tomate orgánico, quiche de espinaca y queso, wrap o ensalada del día, salmón grillado con puré de calabaza y semillas de sésamo… son algunas de las propuestas, que pueden llegar hasta una compra mensual con 30 platos por un valor fijo.
Cuando el afuera es incierto y angustia, que haya alguien te cocine pensando en vos para que vuelvas a comer rico, casero, hecho con dedicación y más saludable, es como volver a los seguros brazos de mamá por un ratito.