Una corona al paladar

Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

Podra ser una costumbre importada y asociada al mundo yanqui, pero se han instalado en el corazón dulce nacional y encontrar buenas expresiones ayuda a enriquecer su concepto. Aquí una lectura argentina de las donas de la mano de Hey Donuts.

¿Dónde se habrá iniciado esta moda de las donas? Esas roquillas de diversos tamaños con esponjoso corazón y dorado exterior que se rellenan, se salan, se endulzan o se bañan con toppings originales…  Nos acostumbramos a tenerlas en nuestro escenario gastronómico, pero poco sabemos de ellas. Su origen es tema opinable. El concepto de masa frita no es exclusivo de un país o de una cultura, y variaciones de la famosa rosquilla pueden ser encontradas en todo el mundo. Aunque con precisión se desconocen datos, hay algunos hitos que son relevantes.
Un relato cuenta que en algún tiempo pasado los holandeses ya hacían olykoeks, o «tortas de aceite», a mediados del siglo XIX. Estas primeras rosquillas eran simplemente bolas de masa frita en grasa de cerdo hasta que se doraban. Debido a que el centro de la torta no se cocinaba tan rápido como el exterior, las tortas eran a veces rellenas de frutas, nueces, u otros rellenos que no requirieran cocción.
Cuando los inmigrantes holandeses comenzaron a establecerse en los Estados Unidos, continuaron haciendo sus olykoeks, donde fueron influenciados por otras culturas para transformarse en lo que hoy llamamos donas.

El aro perfecto

Una solución a ese centro pegajoso que no se cocinaba bien era rellenarlo con opciones que no requirieran cocción, hasta que Hansen Gregory, un capitán de barco estadounidense, encontró otra solución. En 1847 Gregory resolvió este problema haciendo un agujero en el centro de la bola de masa. El orificio aumenta el área de superficie en exposición al aceite caliente, y por lo tanto elimina el centro sin cocer.
El origen del nombre también tiene sus bemoles. Algunos dicen que se refiere a los frutos secos que fueron colocados en el interior de la bola de masa para evitar que el centro quedara sin cocer, mientras que otros afirman que se refiere a los «nudos de masa», que eran otra forma popular de los olykoeks.
El primer registro escrito de la palabra «doughnut» data de 1809 en la publicación de Washington Irving, «A History of New York». A principios de 1900, muchos habían acortado la palabra a «donut».
Si se trata de probar alternativas de un gran tamaño, con toppings de fiesta, Hey donuts se lleva todos los premios. Como una pista para divertirse, grandes como platos de postres, invitan a agrandar la mordida para agarrar un bocado completo. Las hay clásicas, pero hay algunas muy seductoras: las inspiradas en las Chocolinas atacan el espíritu infantil que anida en todos. Con colores exóticos como el celeste o el rosa proponen un outfit que combina con todo. Para las de Nutella siempre hay espacio. Qué decir de las rellenas con dulce de leche? Y si querés probar una de cada, caben las mini que son una degustación perfecta para que ningún sabor te falte.