Sociedad | Salud
La variante K del virus de influenza avanza desde el hemisferio norte y ya fue confirmada en países de la región. Autoridades sanitarias advierten que la vacunación oportuna es clave para evitar cuadros graves y presión sobre el sistema de salud.
La gripe A (H3N2) volvió a encender las alarmas sanitarias. La variante K, responsable de un brote significativo en el hemisferio norte, ya fue detectada en Sudamérica, modificando el escenario epidemiológico y acelerando la planificación de medidas preventivas en la región.
Los primeros casos confirmados se registraron en Ecuador, Perú, Colombia y México, mientras que en Bolivia se activaron los protocolos de vigilancia epidemiológica ante casos sospechosos y una muerte bajo investigación en Santa Cruz, vinculada a una viajera proveniente de Japón. Además, seis personas permanecen en observación en Cochabamba con diagnóstico de influenza A (H3N2), a la espera de confirmar el linaje específico.
En la Argentina, aunque la variante K aún no fue detectada, las autoridades sanitarias comenzaron a reforzar la vigilancia. Desde el ANLIS Malbrán informaron que se encuentran en proceso de secuenciación muestras recibidas en diciembre y remarcaron que la red nacional de laboratorios cuenta con capacidad instalada en las 24 jurisdicciones para identificar y reportar casos de manera temprana.
Ante la inminente llegada del virus, algunas provincias —entre ellas Buenos Aires— ya evalúan estrategias anticipadas para proteger a la población más vulnerable. Entre las opciones se analiza acelerar la campaña de vacunación o incluso aplicar refuerzos adicionales a grupos de riesgo, aunque por el momento no hay partidas específicas de vacunas contra el subtipo K en el hemisferio sur.
Los datos oficiales de 2025 muestran una cobertura de vacunación insuficiente: poco más del 50% en niños menores de 2 años, alrededor del 40% en mayores de 65, cifras similares en embarazadas y un 80% en personal de salud. Especialistas advierten que estos niveles resultan bajos frente a la circulación anticipada de nuevas variantes.
La vacuna antigripal sigue siendo la herramienta más eficaz para reducir complicaciones, hospitalizaciones y muertes. Está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación para personal de salud, niños pequeños, personas con factores de riesgo, mayores de 65 años, embarazadas, puérperas y personal estratégico.
Con la llegada del invierno cada vez más cerca, las autoridades insisten en un mensaje claro: tener la vacunación al día puede marcar la diferencia entre un cuadro leve y una enfermedad grave, y es clave para evitar el colapso del sistema de salud.
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